Ayer, la cápsula de la misión OSIRIS-Rex de la NASA atravesó la atmósfera terrestre y aterrizó en el desierto de Utah.
En su interior se encuentran algunas de las rocas más antiguas de nuestro sistema solar, recogidas en la superficie de un asteroide rico en carbono llamado Bennu. La llegada de estas muestras ha sido la culminación de una odisea espacial de siete años de duración.
La OSIRIS-REx es una sonda espacial de la NASA lanzada el 8 de septiembre de 2016 desde cabo Cañaveral y la misión que concluye ahora pretendía y ha conseguido con éxito extraer por primera vez muestras de un asteroide.
Concretamente, aterrizó ayer domingo 24 en el desierto de Utah (EE.UU.), consiguiendo evitar todas las dificultades y peligros de la aproximación y reentrada a la atmósfera terrestre.
El material aportado, unos 250 gramos de materia espacial, polvo y roca, ha sido trasladado hoy al Centro Johnson la NASA para su custodia y posterior estudio.
Puedes ver el aterrizaje en este enlace:
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