Dos de los astronautas de la misión Polaris Dawn se asoman al espacio y practican movimientos de brazos y piernas con los nuevos trajes.
Jared Isaacman y Sarah Gillis, dos de los astronautas a bordo de la misión Polaris Dawn realizaron, como estaba previsto, una actividad extravehicular cuando la nave se encontraba sobre el Pacífico cerca de la vertical de Australia, a 711 km de altitud.
La nave permaneció despresurizada, desde que se inició el procedimiento hasta que se completó la represurización, unos 106 minutos, y los dos astronautas se asomaron al espacio durante algo más de siete minutos cada uno. Durante este tiempo practicaron diversos movimientos de sus brazos simulando el uso de diferentes herramientas para comprobar la flexibilidad de los trajes espaciales, que no se habían probado en estas condiciones hasta ese momento. También comprobaron los sistemas de retención en la cabina para no salir “volando” al espacio.
Dado que ambos permanecieron todo el tiempo con parte de su cuerpo dentro de la nave, básicamente de rodillas para abajo, no se puede hablar realmente de un paseo espacial, solo de actividad extravehicular (EVA por sus siglas en inglés).
Para esta actividad, la cápsula Space X Dragon usada fue modificada cambiando la escotilla «de serie» empleada para los lanzamientos hacia la Estación Espacial Internacional por otra que incluye diversos puntos de anclaje para los astronautas y prescinde de los sistemas de anclaje a esta.
Los nuevos trajes, según Space X, la empresa de Elon Musk, tras esta prueba en el vacío del espacio, irán evolucionando hasta que sean un producto barato y fácil de confeccionar y puedan ser usados por los astronautas que viajen a Marte. Por el momento, al menos, estos no disponen de equipos de oxígeno y mantenimiento de vida autónomos, y dependen de un cordón umbilical conectado a la nave para ello.
Precisamente, ya con Polaris Dawn en el espacio, Musk anunció que en dos años lanzarían hacia Marte su primera nave Starship, en un viaje sin tripulación, y que en cuatro años los primeros seres humanos viajarían a Marte en otra Starship si el primer vuelo era un éxito.
Dichos vuelos a Marte deben realizarse en ventanas de tiempo que se abren cada 26 meses, cuando la distancia entre la Tierra y Marte es la óptima para hacer el viaje usando la denominada órbita de transferencia Hohmann.
Musk también se ha quejado de las restricciones impuestas por la FAA para el próximo vuelo de prueba del lanzador Starship y que han supuesto tener que retrasar este al menos hasta el próximo mes de noviembre. “Por desgracia, seguimos atrapados en una realidad en la que se tarda más en hacer el papeleo gubernamental para obtener la licencia de lanzamiento de un cohete que en diseñar y construir el hardware real”, manifestaron desde Space X.
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