Japón ha contratado los servicios de Planet Labs para contar con las imágenes de los cerca de 150 nano satélites comerciales de la constelación Dove que cubren a diario toda la Tierra.
El ministerio de Defensa de Japón está utilizando los servicios de la constelación comercial de nano satélites de observación Dove para reforzar sus sistemas de vigilancia espacial y ampliar con carácter global sus capacidades de inteligencia militar.
Según fuentes niponas, el gobierno del primer ministro Shinzo Abe está recibiendo desde mediados de junio las imágenes captadas por los casi 150 nano satélites que componen la constelación Dove ‒que gestiona la sociedad norteamericana Planet Labs‒, con la que el ministerio de Defensa nipón ha suscrito un contrato por valor de 118 millones de yenes mensuales, alrededor de 1 millón de euros.
De 5,8 kilos de peso y de dimensiones de 10 x 10 x 30 centímetros, los nano satélites Dove son CubeSat 3U y proporcionan imágenes de una resolución multiespectral de 3 metros, prestaciones muy inferiores a la que suministran las plataformas de observación comerciales de mayor tamaño o los satélites espía que Japón tiene en órbita.
El último de los satélites espía japoneses es el IGS-Radar 6, una plataforma radar que despegó el 12 de junio pasado desde la base espacial de Tanegashima a bordo de un cohete H-II A. El lanzamiento se produjo menos de cuatro meses después de la puesta en órbita del IGS-Optical 6 ‒27 de febrero‒, que aporta imágenes de una resolución de 40 centímetros, según fuentes oficiales japonesas.
Construidos todos ellos por Mitsubishi Electric Corporation (MELCO), forman parte de la constelación IGS (Intelligence Gathering Satellite), integrada por satélites radar (IGS-Radar) y ópticos (IGS-Optical).
Con una resolución de alrededor de 50 centímetros, el IGS-Radar 6 pertenece a la segunda generación de satélites radar nipones, cuya primera plataforma es la IGS-Radar 5, lanzado al espacio el 17 de marzo de 2017. Con un costo de desarrollo y fabricación estimado en 186 millones de euros, el IGS-Radar 6 ofrece dos veces más resolución y es el relevo del IGS-Radar 4, lanzado al espacio el 27 de enero de 2013 y que, aunque todavía está operativo, ya ha superado su periodo de vida nominal.
Situado bajo el control del Cabinet Satellite Intelligent Center, y bajo la autoridad directa del primer ministro Shinzo Abe, tanto los servicios que presta la constelación de nanosatélites Dove como el programa IGS constituyen los principales pilares estratégicos de Tokio en materia de vigilancia espacial militar. Ambas constelaciones de satélites también se utilizan en el campo civil en el caso de desastres o situaciones de emergencia.
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