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La Unión Europea debe definir si quiere ser un líder espacial a escala global

En Europa, tres grandes actores asumen importantes responsabilidades en materia espacial: la ESA, la Unión Europea y los propios países comunitarios.

La Unión Europea se ve abocada a tener que definir con claridad si aspira a ser un líder global en tecnología espacial. Esta decisión va a tener que asumirla de un modo u otro en un momento histórico en que predomina la inestabilidad política tanto en Europa como a escala internacional, y las inversiones dedicadas al campo militar y espacial no hacen más que crecer y crecer en un importante número de países.

Así ha quedado de manifiesto en las distintas presentaciones e intercambios de opinión que han tenido lugar en Bruselas los días 22 y 23 de enero en el marco de la 11 edición de la Conferencia Anual sobre Política Espacial Europea bajo el lema “Espacio para Europa, espacio europeo en el mundo”.

La mayor parte de los 60 ponentes de alto nivel que han intervenido en el foro citaron en algún momento que tanto China, como India, Rusia e incluso Estados Unidos contemplan un sustancial incremento de sus presupuestos espaciales civiles y militares para el presente y los próximos años.

En su intervención en la Conferencia, el ministro español de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, adelantó que las estimaciones para el periodo 2021-2027 de los presupuestos públicos dedicados al espacio ascenderán a 40.000 millones de euros, buena parte de ellos invertidos por los gobiernos de Washington, Pekín, Moscú y Nueva Delhi.

Como también presidente del Consejo Ministerial de la Agencia Espacial Europea (ESA), Duque expuso la situación en Europa, en donde tres grandes actores asumen importantes responsabilidades en materia espacial: la ESA, la UE y los propios países.

En un intento por esclarecer la situación en el viejo continente, la diputada alemana del Parlamento Europeo Monika Hohlmeier planteó que la ESA y la nueva Agencia de la Unión Europea para el Programa Espacial necesitan “aclarar y definir sus respectivas competencias, para evitar confusiones y la competencia entre ellas”.

En este sentido, Duque mostró su parecer respecto a que es crucial que la Unión Europea “defina su propio modelo y la ESA siga siendo un protagonista clave para financiar, gestionar y contribuir técnicamente a las actividades espaciales, especialmente en el marco de las comunicaciones vía satélite”.

“Es bueno que la ESA disponga de sus propios programas y sea el soporte de los grandes iniciativas que pone en marcha Bruselas, como pueden ser el caso de Copernicus, Galileo y SST”, concretó. Mientras se celebraba la Conferencia, la Comisión Europea aprobaba asignar 96 millones de euros para que la ESA continúe con el desarrollo del programa Copernicus de observación de la Tierra.

Resulta evidente que las actividades en materia espacial que lleva a cabo la UE es algo que ningún país miembro puede asumir por sí solo. En consecuencia, la política espacial que ponga en marcha Bruselas tiene que tomar el cariz de “una empresa común que requiere acciones unificadas previamente consensuadas y una clara visión a largo plazo”.

Todos la autoridades, directivos y consultores de empresas presentes en la recién clausurada Conferencia Anual sobre Política Espacial Europea de Bruselas han sido conscientes de que el año que acaba de comenzar va a ser año decisivo para la política espacial de la Unión Europea. La Comisión ha formulado una propuesta para dedicar 16.000 millones de euros al campo espacial, cantidad que el Parlamento ha elevado hasta los 16.700 millones, cifra que se tendrá que concretar en breve.

En la reunión de Bélgica también ha quedado claro que la próxima generación de comunicaciones satelitales gubernamentales o GovSatcom va a representar un pilar fundamental de la estrategia espacial europea, puesto que va a permitir que los gobiernos puedan establecer canales de comunicación a prueba de intromisiones y escuchas no deseadas ni autorizadas.