El primer satélite espía de Marruecos ya se encuentra en el espacio y en su trayectoria correcta a 694 kilómetros de altura desde primeras horas de la madrugada de hoy miércoles, 8 de noviembre.
(Juan Pons) La misión VV11 de Arianespace a cargo de un lanzador ligero europeo Vega despegaba a las 02:42, hora peninsular española, desde la base espacial de Kourou (Guayana francesa). En la parte alta del cohete se alojaba el Mohammed VI-A, satélite de observación de alta resolución marroquí que, bautizado con el nombre del actual monarca alauita, va a servir para aplicaciones duales, tanto para el campo de la defensa y la seguridad como para labores civiles.
Se trata de un satélite del tipo Pleiades de 1,1 toneladas, de estructura hexagonal y con tres paneles solares, fabricado en Francia por Thales Alenia Space, que ha actuado como contratista principal.
Thales Alenia Space ha proporcionado también el instrumento óptico que le permite obtener imágenes diurnas y nocturnas con una resolución de 0,7 metros, mientras que Airbus France ha construido la plataforma, los equipamientos a bordo y ha procedido a la integración del satélite.
El Mohammed VI-A ya se encuentra bajo control de los técnicos de la Agencia Nacional de Conservación de Tierras, Catastro y Cartografía (ANCFCC) y del Centro Real de Teledetección Espacial, organismo creado en 1989 y situado cerca del aeropuerto de Rabat, que es el encargado de la recepción, procesado y distribución de las imágenes en su vertiente civil.
Según fuentes oficiales, el nuevo ingenio tendrá un papel clave en la gestión de los recursos forestales, el seguimiento de los cambios medio ambientales y la expansión urbanística, así como en el trazado de nuevas autopistas y ferrocarriles y el apoyo a paliar las consecuencias de los desastres naturales.
Aunque las fuentes marroquíes no citan la utilización del satélite en el plano de la defensa y seguridad, el Mohammed VI-A permitirá a los servicios de inteligencia marroquíes redoblar sus acciones en la lucha contra el terrorismo yihadista; a la Gendarmería le ofrecerá un mayor control de las extensas fronteras terrestres (2.362 km) y de la también amplia línea de costa del país (3.500 km), especialmente para la vigilancia de la emigración ilegal y la lucha contra el tráfico de drogas.
A las Fuerzas Armadas de Marruecos le servirá para reforzar su vigilancia sobre los 8 muros de seguridad de más de 2.000 kilómetros que aíslan a las fuerzas del Frente Polisario asentadas en la vecina región argelina de Tinduf.
Un segundo satélite gemelo denominado Mohammed VI-B ya ha sido fabricado y su lanzamiento está programado para 2018.
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