El nuevo ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades que dirige el ex astronauta Pedro Duque es el responsable de mantener y estrechar las relaciones con las agencias espaciales, en especial con la Agencia Espacial Europea (ESA).
Bajo la esfera del recién creado ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, cuyo titular es el ex astronauta Pedro Duque, el presidente español Pedro Sánchez ha situado las competencias de investigación, desarrollo tecnológico e innovación en materia espacial, “incluidas la representación y la participación en los organismos de la Unión Europea e Internacionales”, tal y como señala el artículo 1 de la estructura orgánica básica del nuevo ministerio recientemente aprobada.
Un paso importante para hacer efectivas las competencias que se le atribuyen es que el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), el organismo encargado de gestionar la participación española en la Agencia Espacial Europea (ESA), ha sido adscrito al ministerio de Pedro Duque, bajo la dependencia directa de la Secretaría de Estado de Universidades, Investigación, Desarrollo e Innovación, cuyo titular ejerce la presidencia del CDTI.
El Real Decreto 865/2018 que define la estructura del ministerio de Ciencia también modifica el reglamento del CDTI y determina que serán las directrices del nuevo departamento ministerial las que regirán “el impulso, dirección y seguimiento de las acciones y programas relacionados con la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación en materia espacial”.
No obstante, el Real Decreto también subraya que las competencias asignadas se entenderán a título de “coordinación y sin perjuicio de aquellas que corresponden a otros departamentos ministeriales”, lo que supone que los asuntos espaciales relacionados con navegación y posicionamiento por satélite (Galileo), defensa y meteorología seguirán en manos de los misterios de Fomento, Defensa y la Agencia Estatal de Meteorología, respectivamente.
La primera actividad oficial de Pedro Duque en su calidad de presidente de turno del Consejo de la ESA, fue volar hasta la Guayana francesa y presenciar en directo desde la base espacial de Kourou el despegue el pasado 25 de julio del cohete Ariane 5 que puso en órbita los cuatro últimos satélites Galileo, el conocido como GPS europeo, una iniciativa de la Unión Europea con la colaboración de la ESA.
Con un presupuesto total que rebasa los 12.000 millones de euros ‒con el 9% de participación española‒ Galileo ofrece servicios desde diciembre de 2016 a más de 400 millones de usuarios, según fuentes de la Unión Europea.
Construidos por la empresa alemana OHB, con un peso al despegue de 716 kilos y situados en una órbita a 22.922 kilómetros de altura, los cuatro últimos satélites se suman a las 22 plataformas ya operativas, lo que va a permitir que la constelación Galileo cubra por fin la totalidad de la Tierra, para que a partir de 2020 pueda ofrecer una precisión inferior a los 20 centimetros.
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