La primera mujer en pisar la Luna lo hará en 2025, según ha anunciado la NASA en las jornadas de SUTUS. Y el primer hotel espacial se espera en 2027.
Sutus (Space & Underwater Tourism Universal Summit), organizado por Les Roches, es un evento internacional sobre turismo espacial y subacuático que se acaba de celebrar en Marbella.
En esas jornadas, la Agencia Espacial Americana ha estado representada por Sam Scimemi, Special Assistant; Exploration Systems Development Mission Directorate NASA. Scimemi ha avanzado los planes más ambiciosos que tiene la NASA en un futuro muy próximo: “El Programa Artemis pretende volver a la Luna y hacer aterrizar a la primera mujer en 2025”. A este ambicioso objetivo se le une una meta más mayor aún: “Como objetivo final, estamos construyendo el Gateway para tener mayor acceso al servicio lunar, tanto para actividades gubernamentales como comerciales, y proporcionar una plataforma para misiones a Marte”
Por su parte, Susan Kilrain, comandante astronauta ya retirada y una auténtica leyenda viva del mundo espacial, ha comentado la verdad sobre estar en el espacio: “Es fácil tener miedo los días antes de ir al espacio. Estás en cuarentena, pasas mucho tiempo aislado. No tienes tiempo para pasar con tu familia, sólo el último día antes de volar. La NASA no te deja por seguridad”. Kilrain asegura que una de las sensaciones más sorprendentes es una vez que llegas al espacio porque “estás en caída libre hacia la Tierra pero no te caes”. Pero sin duda, la sensación más extraña es la de dormir en el espacio: “Estás sin peso y no te sientes en la cama. Lo más incómodo es el momento de ir al baño porque es un poco rústico todo. No hay privacidad y no es cómodo”
También hay proyectos que parecen de ciencia ficción, pero que en pocos años serán una realidad, el mejor ejemplo es el de Orbital Assembly, que pretende construir el primer hotel espacial para turistas no más allá del año 2027: “Para hacerlo posible, estamos desarrollando estaciones espaciales de gravedad artificial. La gravedad en el espacio alivia las graves afecciones médicas debidas a la ingravidez, lo que permite un entorno que favorece las operaciones rentables y una mayor accesibilidad para el turismo. La gravedad reduce significativamente la frecuencia de sustitución de seres humanos en órbita, disminuyendo el funcionamiento anual, reduciendo el riesgo operativo y haciendo que el espacio sea más agradable”, asegura Tim Alatorre COO de esta compañía.
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