En una de las conferencias celebradas en FEINDEF, los jefes de Estado Mayor de Tierra, Armada y Aire han reclamado tanto una mayor colaboración con la industria como la necesidad de incrementar los presupuestos de defensa.
Con el ex ministro Eduardo Serra como moderador, FEINDEF ha reunido a los jefes de Estado Mayor de los tres ejércitos: general Francisco Javier Varela, de Tierra, almirante Antonio Martorell de la Armada, y general Francisco Javier Salto, de Aire.
En sus intervenciones, los tres jefes de Estado Mayor han hablado de la situación actual de sus ejércitos, y del futuro de los mismos. El general Varela, ha incidido sobre el programa Fuerza 35, destinado a transformar para el año 2035 al Ejército de Tierra, haciéndolo más digital y conectado, objetivo que también tienen Armada y Aire, adaptándose a las nuevas tecnologías y apostando por unos ejércitos que puedan enfrentarse al enemigo en un campo de batalla futuro a gran escala, pero también cuando ese enemigo sea una fuerza disimilar, como puede ser una guerrilla o incluso un grupo terrorista.
Entre las necesidades en lo que al material aéreo del Ejército de Tierra se refiere, hablo de la necesidad de más NH90 y la más que precisa modernización del Tigre al estándar Mk.III.
En cualquier caso, FAMET cuenta actualmente con 24 ejemplares del Tigre, 6 en versión HAP (helicóptero de ataque polivalente) y 18 en HAD (helicóptero de ataque destrucción). Los seis HAP se quieren dar de baja a lo largo de los próximos años, por lo que alguno de ellos podría servir de prototipo para el programa de modernización, mientras que el resto serían desprovistos de los componentes comunes con el HAD, que se usarían de repuestos para estos.
El almirante Martorell, por su parte, incidió también en la necesidad de modernizar los medios de la Armada para poder integrarse en el futuro campo de batalla digital, especialmente en lo que a recolección y gestión de la información se refiere, con una completa transformación digital que incluso cuente con inteligencia artificial para ayudar en la toma de decisiones. Todo ello precisará del cambio de la formación de los integrantes de la Armada.
Hablo también de la necesidad de nuevos tipos de buques, con diferentes tipos de sensores que ayuden a una mejor gestión de la información, sobre la que aposto por la calidad más que la cantidad, que sean decisivos en el combate del futuro, único y multidominio, que será rápido, contundente y muy preciso.
Unos buques que deben tener gran autonomía, ser capaces de operar lejos de bases de apoyo, y ser más ecológicos. Junto a estos buques, serán necesarios nuevos sistemas no tripulados que actúen tanto por encima, como sobre y por debajo de la superficie del mar.
El almirante, no obstante no ha hecho mayor referencia a las necesidades de renovación de los medios aéreos de la Armada.
El general Salto, por su parte, recordó la urgente necesidad de renovar la flota de aviones F/A-18 de Canarias por 20 Eurofighter, así como el sistema de mando y control. Sin olvidar la de los P-3 de patrulla marítima y guerra submarina.
Igualmente recordó que gran parte del presupuesto de los tres ejércitos se van en la operativa diaria, el sostenimiento y la operación. Por ello, pidió que los presupuestos del ministerio de Defensa se dediquen a ello, mientras que otros ministerios dediquen parte de sus presupuestos para los programas de adquisición de medios y su mantenimiento.
Para el general, el Ejército del Aire, hay muchos que opinan que es muy caro y que se podría llevar todo el presupuesto de defensa. Pero ha propuesto verlo de otra forma: Como un elemento clave de la industria española, ya que la industria aeronáutica de defensa en España representa la facturación del 80 por ciento de la industria de defensa, y junto al segmento civil, supone el 2,5 del PIB, y ayuda a crear y mantener más de 100.000 empleos.
La industria aeroespacial, para el general Salto, debería ser una de las prioridades de los ministerios de Industria, Ciencia y Tecnología y otros, y que el de Defensa fuese simplemente el cliente.
También recordó que el Ejército del Aire asume unas labores en apoyo de otros ministerios, como el transporte de órganos para trasplantes, la lucha contra el fuego, o las misiones SAR. Todas ellas, si no las desarrollase el Ejército del Aire tendrían que ser externalizadas, con el consiguiente aumento de los costes para el erario público.
Invertir en el Ejército del Aire es caro, pero que los retornos que se obtienen en retornos industriales de tecnología, competitividad, creación de empleo y las misiones que realiza para la ciudadanía no solo es barato, sino rentable”. General Salto.
El ex ministro Serra, en sus palabras finales, declaró que en su opinión particular, los actuales presupuestos de defensa “son una vergüenza y no puede ser que España sea el segundo país de menos invierta en defensa”.
El jefe del Estado Mayor del Aire también señaló que más de una década de recortes no se lo ponen fácil, “con grandes limitaciones en el sostenimiento y la necesidad de renovar una parte importante de las aeronaves e instalaciones. Resulta paradójico que siendo el poder aeroespacial cada vez más relevante, con nuevas misiones asignadas y nuevas capacidades con sistemas de armas cada vez más complejos y específicos y nuevos dominios como el espacio, nos encontremos en una situación tan complicada de falta de recursos”.
En cuanto a la flota de aeronaves, recordó que tienen muchos modelos, y que la edad media de la misma es de casi 30 años (el almirante Martorell, señaló después que la de los buques de la Armada es de casi 28 años); aunque reconoció que tienen aeronaves nuevas que permanecerán muchos años en servicio, como el Eurofighter, A400M, Predator B o NH90. Pero volvió a remarcar la necesidad urgente de acometer la renovación de algunos sistemas de armas, como los citados F/A-18 de Canarias “además de la imprescindible modernización del Eurofighter, no solo para las necesidades del Ejército del Aire, también para la industria nacional y poder cumplir con los requisitos de las misiones internacionales”.
También reclamó urgentemente tomar la decisión de como renovar los F-5 y los F-18 de la península. Estos acaban su vida útil en 2028, “la decisión debe tomarse ya para llegar a tiempo. De las capacidades de de vigilancia y control de la vigilancia del espacio marítimo, los P.3 y los D.4 (CASA CN235 VIGMA), así como recuperar capacidades perdidas, como la guerra electrónica, autoprotección de nuestras flotas, armamento etcétera”.
El general Salto terminó su intervención hablando de la base conectada sostenible e inteligente, un “proyecto tractor de transformación digital que conecta las personas con los procesos de trabajo. Una base responsable, energéticamente sostenible que garantiza el cumplimiento de nuestra misión con el mínimo consumo de recursos. Para ello hemos desarrollado un modelo de colaboración público-privada donde industria, universidad, ministerio de Defensa y aviadores desarrollan proyectos piloto innovadores que mejoran nuestra base tecnológica-industrial en varias áreas tecnológicas clave”.
Tras las intervenciones, el ex ministro de Defensa Eduardo Serra, preguntó a los tres jefes de Estado Mayor sobre la Unión Europea y la defensa.
El general Salto, respondió que para el Ejército del Aire tanto OTAN como Unión Europea son necesarias y que están integrados en las dos. Qué España no tiene capacidad para desarrollar y fabricar todos los sistemas que necesitan. Son programas multisitemas y multinacionales. “Todos los sistemas de armas del Ejército del Aire son un éxito a nivel internacional”. Nombró al Eurofighter, del que muchos decían que con la llegada del F-35 entraría en decadencia, “y todo lo contrario, todos los países lo van a potenciar más. El A400M va a ser otro éxito como el Eurofighter, el Euromale, el NH90. Todos son programas multinacionales, y la cooperación es fundamental. Además de ser un generador de empleo para la industria nacional, no solo en España. Por los compromisos internacionales, tenemos cientos de industrias que tienen contratos con el Reino Unido, Alemania o Italia para los próximos 40 años gracias al programa Eurofighter. Hay que potenciar esto. No puede permitirse que se cierren cadenas de producción”.
El general siguió apostando por la participación española en la OTAN y en Europa, y que el Gobierno defienda esta participación de la industria española “para que con la carga de trabajo que ponga España, esta reciba la carga de trabajo que España necesita y se merece”.
El general Varela, de Tierra, por su parte señaló que “estamos asistiendo a un momento en que se deba apostar por la autonomía estratégica de la Unión Europea para operar con nuestros aliados cuando se pueda, pero también de forma autónoma cuando se necesite”.
Y si el general Salto había señalado las urgentes necesidades del Ejército del Aire que dirige, el general Varela pidió una mayor integración industrial para dar respuestas a las necesidades del Ejército de Tierra. Recalcando la importancia de los fondos PESCO y de la Unión Europea para facilitar la integración de la industria europea.
El almirante Martorell calificó de paso de gigante los fondos de defensa aprobados; y la necesidad de que las empresas españolas deben mirar a Europa para acometer la necesaria transformación digital y desarrollar productos exportables y rentables.
Otro aspecto en el que coincidieron los tres jefes de Estado Mayor es que, aunque el ciudadano medio tiene muy en estima a las fuerzas armadas y los trabajos por la comunidad de los últimos tiempos: ante el COVID, ante la tormenta Filomena… al mismo tiempo se es muy reacio al gasto en defensa. También, el general Salto explicaba que “defensa” no vende en España “ni siquiera en el Congreso”, a diferencia de “seguridad” que sí vende, y que es lo que dan las fuerzas armadas. Aclaró que a los que le dicen que hay que invertir menos en defensa y más en sanidad o comprar pan, que él no está en contra de que se gaste en sanidad o en comprar pan. Son cosas necesarias. Pero, que les pregunta, ¿qué es lo que hace la persona que va a comprar pan o al médico al salir de casa? Respuesta, activar la alarma. “Bien, pues la alarma de la casa ‘España’ somos las fuerzas armadas”, para seguir preguntándose “¿qué porcentaje del sueldo se gasta en esa seguridad? ¿un 2 por ciento?, pues ese mismo porcentaje debería gastarse en las fuerzas armadas. Pero es cuestión de prioridades y que lo quieran entender”.
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