El Laboratorio de Aviónica y Simulación de la ETSIAE ya está plenamente operativo, dependiente del departamento de Sistemas Aeroespaciales, Transporte Aéreo y Aeropuertos, se emplea para prácticas curriculares de los estudiantes y actividades de investigación.
Despegar en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) y aterrizar en el aeropuerto de Ibiza mientras se analiza el funcionamiento de los sistemas y subsistemas eléctricos y electrónicos embarcados en una aeronave, es una realidad en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Todo ello es posible gracias a una nueva instalación, el Laboratorio de Aviónica y Simulación que ha desarrollado el departamento de Sistemas Aeroespaciales, Transporte Aéreo y Aeropuertos (SATAA) para actividades docentes y de investigación.
Los primeros beneficiados de esta nueva instalación han sido los propios estudiantes que, como parte de sus prácticas curriculares, han procedido al montaje del simulador de una cabina de un Boeing 737-800, y su puesta a punto para su correcto funcionamiento. Alumnos de 4º del Grado de Ingeniera Aeroespacial, así como otros del Grado de Gestión y Operaciones Aéreas, han sido los responsables de montar el simulador de cabina del Boeing 737-800 y dejarlo plenamente operativo para que los alumnos de la Escuela realicen sus prácticas en el curso 2022/2023.
“Montar el simulador, programar cada input, nos ha permitido ver de forma práctica conceptos que estudiamos durante la carrera, convertir la teoría en algo tangible”, explican estos estudiantes de la ETSIAE, que han trabajado bajo la tutela del profesor Javier Crespo, coordinador de la asignatura de Aviónica. Para los estudiantes que se han implicado en el desarrollo del simulador lo más tedioso ha sido preparar la documentación, “pero sabemos que detrás de nosotros vendrán otros grupos de alumnos y queremos dejar información que les sea de utilidad en sus prácticas, que tengan una pequeña guía”, sostienen.
Aunque le faltan algunos detalles que se incorporarán en el futuro, ya cuenta con siete pantallas para visualizar el escenario de vuelo y las pantallas de vuelo del avión. Cuenta además con control y gestión del vuelo, incluyendo los sistemas de comunicaciones y navegación, permitiendo así realizar prácticas como el desarrollo de un plan de vuelo, la identificación de los sensores e instrumentos, la detección de fallos en el sistema, la simulación de situaciones de meteorología adversa, el uso de las radioayudas, etc. Incluso al sentarse a los mandos de la aeronave adquieren el rol de piloto y copiloto en cuanto a maniobras y control de la aeronave y en lo referente a sistemas de navegación y circulación aérea.
ACTIVIDADES DE INVESTIGACIÓN
Pero no sólo se usará para actividades docentes, también podrá emplearse en actividades de investigación del Grupo de Investigación en Navegación Aérea (GINA) de la Universidad Politécnica de Madrid.
Entre otros, podría servir de apoyo a investigaciones ya iniciadas relativas a la respuesta del piloto ante situaciones de estrés en cabina. “Además, estamos abiertos a colaborar con empresas e instituciones del sector que crean que la información que podemos extraer de las simulaciones puede serles de utilidad en sus nuevos desarrollos y programas de I+D+i”, explica Javier Crespo.
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