Alejandro Fernández y Francisco Muñoz, titulados del Máster Universitario en Ingeniería Aeronáutica por la UPM, trabajan en Argonne National Laboratory (Chicago) en proyectos de impacto en la industria del automóvil.
Dos alumnos del Máster Universitario en Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) de la Universidad Politécnica de Madrid han sido fichados en Chicago para formar parte de proyectos de impacto en la industria del automóvil.
Los dos alumnos ajustaron sus estudios al programa Doble Diploma que ofrece la ETSIAE, y que consiste en que el alumno cursa una parte de sus estudios en la UPM y la otra en una de las universidades extranjeras con las que la universidad tiene firmado un acuerdo. Gracias a este programa, Fernández y Muñoz pudieron cursar parte de sus estudios en el Illinois Institute of Technology (IIT), donde estuvieron el curso pasado 2017/18 realizando el Máster en Ingeniería Mecánica y Aeroespacial.
La experiencia en EEUU ha sido tan positiva, que se quedarán allí al menos un año más para iniciar su trayectoria profesional. La oportunidad les ha llegado de la mano de Argonne National Laboratory, un centro de investigación e innovación en campos como la física de alta energía, la ciencia de los materiales, la biología o la informática avanzada. Con sendos contratos de investigación, llevan ya medio año trabajando en proyectos que pueden suponer un gran impacto en el sector del automóvil, en aspectos relacionados con los vehículos autónomos, la eficiencia energética, los coches eléctricos, etc.
Es sorprendente que alumnos formados en el área aeronáutica terminen trabajando en proyectos de investigación automovilístico, pero tal y como explican Alejandro y Francisco, «es la multidisciplinariedad de nuestros estudios lo que nos permite reinventar nuestra carrera y poder desempeñar un gran trabajo en otros sectores de la ingeniería», ya que acceder a proyectos aeronáuticos en el país es muy complicado, pues gran parte de ellos son de carácter militar y las empresas requieren la nacionalidad americana, explican los egresados de la UPM.
Los alumnos reconocen que en EEUU los ingenieros españoles están considerados como «los solucionadores de problemas profesionales», esto es por la «sólida base de formación y la versatilidad en conocimientos» que tienen que abarcan matemáticas, física, programación y multitud campos de ingeniería, mientras que en EEUU tienen una formación mucho más especializada: «a veces, los ingenieros estadounidenses no son capaces de ver la solución a un problema porque está un poco alejada de su campo de especialización», destacan los alumnos.
En concreto, Alejandro cuenta que está involucrado en dos proyectos en Argonne: «en el primero tratamos de medir experimentalmente en la carretera la reducción de resistencia aerodinámica en formaciones de pelotón para varios tipos de coches, lo que conlleva una mejora del consumo de combustible. En el segundo, estamos desarrollando un código para cuantificar el impacto que los coches eléctricos van a tener en la red eléctrica americana y ver cómo podemos mejorarlo a partir de estos modelos».
Por su parte, Francisco, que también está trabajando en dos proyectos, explica; «El primero se basa en el análisis de datos recogidos por diferentes modelos de coches en carretera; estos recorridos se realizan con distintos sistemas de conducción autónoma como el ACC y medimos el efecto que estos tienen en la actuación global del coche. El segundo se basa en el desarrollo de una aplicación móvil de navegación GPS con el interés nuevamente de recoger y analizar datos en ruta, para ofrecer al usuario la posibilidad de elegir entre diferentes rutas con el objetivo de saber cuáles son sus preferencias en base a la situación particular de cada viaje; dichas particularidades se extraen de una encuesta incluida igualmente en la aplicación. La idea es lograr perfeccionar en un futuro la elección de ruta que hagan los sistemas autónomos de nuestros vehículos».
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