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La Patrulla Águila comparte con los alumnos de la ETSIAE su día a día

Los capitanes Verjano e Ivánez, miembros de la Patrulla Águila del Ejército del Aire han estado con los alumnos de la ETSIAE explicándoles cómo es el día a día surcando los cielos para representar a España mediante vuelos acrobáticos.

Los capitanes Verjano e Ivánez, miembros de la Patrulla Águila del Ejército del Aire han estado con los alumnos de la ETSIAE, explicándoles cómo es el día a día surcando los cielos para representar a España mediante vuelos acrobáticos.

La Delegación de Alumnos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) de la Universidad Politécnica de Madrid ha organizado una jornada con la Patrulla Águila a la que han acudido en representación de la misma el capitán Luis Verjano, speaker y relaciones públicas de la Patrulla y el capitán Guillermo Ruiz Ivánez, miembro del equipo 2017 como primer reserva.

Ambos representantes de la patrulla han sido los encargados de transmitir la profesionalidad y disciplina que les caracteriza y el espíritu de equipo y exigencia que estos vuelos requieren.

La principal herramienta de trabajo de la Patrulla Águila no es otra que el avión C-101, de origen español, fabricado por CASA a petición del Ejército del Aire, un reactor cuyas principales ventajas son su bajo coste, poco mantenimiento y gran autonomía, aunque la potencia es limitada.

El tipo de vuelos que realiza la Patrulla se trata de un vuelo muy exigente,  que requiere de confianza máxima y atención al 100 por ciento, además de seguir unas estrictas normas de seguridad. “Todas las maniobras se entrenan hasta el más mínimo detalle y no hay lugar para la improvisación, hasta tal punto que si el jefe no vuela, no vuela nadie”, han compartido con los alumnos los cººapitanes.

La tabla de maniobras que se puede ver en las exhibiciones se divide en tres partes según explicaron los integrantes de Águila: «La primera, vuelo en formación cerrada, con todos juntos realizando diversas maniobras en formación, por ejemplo las denominadas cuña, mirlo, águila, póker… A continuación, se rompe la formación y se realiza una parte abierta y dinámica, en grupos denominados, el rombo (Águilas 1 a 4), el par (Águilas 6 y 7) y el solo (Águila 5), que protagonizan diversos pases y cruces para realizar diversas figuras en el aire, como la que hace el par en forma de corazón, que es muy llamativa o como los loopings invertidos del solo, que son espectaculares. En la última parte, los siete aviones pasan en formación imprimiendo en el aire los colores de la bandera española y cierran la exhibición aterrizando a la vez, todos juntos, algo que por el momento solo ha conseguido la Patrulla Águila y le diferencia de otros escuadrones acrobáticos europeos que tienen un gran nivel».

Junto con el avión, su equipo personal es una parte de gran importancia: mono, casco, chaleco y el traje anti- G, que protege el cuerpo del piloto de los radicales cambios de gravedad que se producen durante el vuelo y que pueden llevarle a sentir presiones de hasta siete veces la fuerza de la gravedad. “El traje se infla y evita que la sangre descienda del cerebro a los pies, lo que te haría perder la visión e incluso el conocimiento con el peligro que ello conlleva estando a los mandos de un avión como este”, han explicado los expertos.

El equipo al completo lo forman, siete pilotos titulares, el jefe (Aguila 0 -cero-, tres pilotos de apoyo o reservas, un relaciones públicas, el personal de mantenimiento y la sección de fotografía e imagen. En el equipo hay dos mujeres, una que este año se incorpora por primera vez al equipo titular (la capitán Rosa María García-Malea) y otra en la plantilla de reservas. Los pilotos, de caza y ataque, poseen gran experiencia y son personal voluntario en la patrulla, porque además en España se da la peculiaridad de que todos los pilotos integrantes de la patrulla son profesores de la Academia general del Aire

Actualmente, la Patrulla Águila cubre entre 20 y 25 festivales y eventos aéreos al año y cuentan con 25.000 horas de servicio a sus espaldas en sus 32 años de historia.