En este artículo de opinión Domingo Ureña, CEO de M&M y ex presidente de Airbus en España, ofrece una mirada de largo recorrido sobre las previsibles consecuencias que tendrá la guerra de Ucrania en el sector aeroespacial.
Tras la pandemia, la crisis de Ucrania ha venido a reafirmar un cambio de paradigma en la industria aeronáutica y del transporte aéreo. El peligro de desabastecimiento de materias primas, tanto para la construcción de aviones como energéticas, el cierre del espacio aéreo ruso, así como la necesidad de reforzar y lanzar una Europa de la defensa, como ya existe en otros ámbitos, tras la evidencia de los peligros que acechan en varias fronteras de la Unión Europea, son los temas que Ureña analiza.
1.- CADENA DE SUMINISTRO
Rusia, y otros países con regímenes e intereses geoestratégicos y políticos muy diferentes a los de occidente, son un proveedor fundamental de materias primas para la industria aeronáutica.
Las sanciones económicas que se han decidido como una de las vías para que Rusia desista de su ofensiva contra Ucrania, entre ellas la prohibición de importar materias primas rusas, planean sobre la estrategia a futuro de la industria aeronáutica. Por lo que los OEM,s y Tiers-1 se podrían plantear un cambio de la implantación geográfica de su cadena de suministro, intentando seleccionar a sus proveedores en lugares menos expuestos y/o más estables dentro la situación geopolítica. Las medidas de embargo a Rusia pueden afectar seriamente al suministro de materiales como el titanio, el aluminio u otros materiales especiales, que este país suministra de manera preferente.
La situación forzará a buscar soluciones dentro de los países considerados estables, impulsando/reforzando cadenas de suministro de materias primas para las necesidades industriales de occidente, y conseguir una mayor autonomía en el futuro. Ya asistimos a operaciones que tienen sentido en el marco de esta nueva estrategia. Es el caso de la toma de participación en el capital de Auber&Duval por parte de Safran, fabricante de motores francés, la propia Airbus y el fondo de capital Tikehau ACE Capital, el mismo que gestiona el aerofondo español. Ha sido una operación de rescate del gigante minero francés, en serias dificultades, con el objetivo de asegurar el suministro de estos materiales para la aviación civil, militar, la industria motorista y la nuclear.
Tampoco hay que olvidar que la cadena de suministro viene de una situación muy complicada por la crisis del Covid-19. Ahora, ante los nuevos desafíos del aumento de precio de las materias primas, la energía, la subida salarial por la alta inflación y posibles problemas de abastecimiento por la también complicada situación de la cadena logística a nivel mundial, es perentorio que los clientes finales del producto asuman una subida del precio de los componentes. De no producirse este movimiento, la cadena de suministradores de los grandes OEMS, desde los Tiers-1 hasta niveles más bajo de proveedores, puede verse en serios problemas. La presión sobre los proveedores lleva años instalada en la industria aeronáutica en materia de precios, y en un escenario de subida constante de precios, el panorama puede ser complicado.
“La invasión de Ucrania por parte de Rusia agilizará procesos que ya estaban en la estrategia de los grandes OEM.s aeronáuticos”.
2.- AVANCES EN SOSTENIBILIDAD
En cuanto a combustibles, la situación de los altos precios podría dar pie a una aceleración de los combustibles sintéticos, SAF, que nos llevaría a una menor dependencia de los combustibles fósiles, y acelerar de esta forma la descarbonización de la aviación. La idea subyacente sería la misma, disminuir la dependencia en materia energética respecto a estos países.El sector aéreo en general está inmerso en procesos de desarrollo de alternativas de propulsión menos contaminantes, para conseguir el objetivo cero emisiones en 2050.
3.- ¿CAMBIO EN LAS ENTREGAS DE NUEVOS AVIONES?
Otra de las consecuencias que hemos visto con la invasión de Ucrania es el cierre del espacio aéreo ruso. El territorio ruso es atravesado diariamente por cientos de aviones en sus rutas hacia o desde Asia a Europa y América. Este cierre ha ocasionado que estos vuelos tengan que bordear Rusia, por lo que los trayectos se alargan, con las consecuencias de necesidad de contar con aviones de mayor autonomía para algunas rutas.
Bien es verdad que es pronto para dimensionar el impacto en las entregas de nuevos aviones por esta circunstancia, pero al mismo tiempo no sería improbable pensar en un reparto diferente de las previsiones de producción entre aviones de pasillo único y de fuselaje ancho, para cubrir las necesidades de mayor autonomía en una serie de rutas.
4.-.REACTIVACIÓN DE LA EUROPA DE LA DEFENSA
Sin duda, uno de los sectores que se van a ver más afectados –en el buen sentido- es el de la defensa. Por fin tendremos, ahora de verdad, una política de defensa común, impactando de forma positiva en los programas en marcha, adquiriendo una mayor cantidad de productos, así como la aceleración de programas futuros que habían sido parados, como por ejemplo el FCAS, guardado en un cajón durante un año, debido a varios factores, entre ellos los continuos enfrentamientos entre el coordinador francés del programa, Dassault, y el alemán, Airbus.
En este programa, pesa también el hecho de que exista otro muy similar, el Tempest, en el que se han involucrado Reino Unido- BAE-, Italia –Leonardo y Suecia, -Saab- relevantes. En la mente de todos está un replanteamiento de lanzar dos programas de características similares, con unas necesidades de inversión mili millonarias. Se ha hablado de la posibilidad de unir ambos desarrollos en un único programa, que abarataría su desarrollo y desterraría la diversidad de materiales que existe en Europa y que perjudica también económicamente.
«Si hay algo claro, es que tenemos que asegurar nuestra soberanía nacional/europea que ha sido abandonada durante años. Perdiendo capacidad de diseño, tecnología que ahora tendremos que recuperar a marchas forzadas así como acuerdos en periodos de tiempo cortos FCAS, MALE, y otros.»
El hecho de que el Reino Unido haya abandonado la Unión Europea, podría ser el principal escollo, aunque no hay nada que con una buena negociación no pueda salvarse.
También vamos a ver cómo material norteamericano empieza a equipar a ejércitos europeos. La última noticia que acompaña esta información es la decisión alemana de incorporar F-35, de Lockheed Martin, para sustituir a parte de su flota de Tornados.
Esta decisión se ha tomado porque el Eurofighter no puede transportar bombas nucleares B-61 de caída libre. Mientras que el F-35, así como el F-18, si tienen esta capacidad. Putin, y su amenaza nuclear, han hecho que empiece a replantearse el equipamiento europeo.
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