Boeing ha confirmado que finalmente cambiará el sistema antihielo de las barquillas de los motores de los B-737 MAX.
Los dos últimos modelos de la familia B-737 MAX, los serie 7 y 10, que todavía no han sido certificados, se han vuelto a retrasar.
Durante las pruebas iniciales, se comprobó que el sistema de deshielo de las tomas de aire de los motores de los B-737 MAX, si se mantenía encendido sin que hubiese hielo, podía sobrecalentar la toma de aire, y con ello, provocar la ruptura de la misma, con el peligro no solo de fragmentos entrasen en el motor, provocando su fallo, sino que algunos de esos fragmentos podían golpear y penetrar el fuselaje, con el consiguiente riesgo para pasajeros y tripulación.
Aunque es un problema que puede afectar a todos los modelos de la familia, la principal preocupación para Boeing es por ahora los dos modelos todavía no certificados.
En un principio Boeing pidió una exención a la FAA para no tener que hacer cambios. Pero finalmente, el pasado mes de enero decidió cambiar el sistema para evitar riesgos. Ahora se ha confirmado que las pruebas en vuelo del nuevo sistema se esperan a finales de 2024, y ello supondría que la certificación se retrase, de nuevo, esta vez a finales de 2025 o incluso 2026 (unos seis años más tarde de lo originalmente previsto) ya que se estima que serán precisos entre 9 y 18 meses para diseñar el nuevo sistema, fabricarlo y probarlo.
Desde la FAA, a preguntas de varios medios estadounidenses, no han querido dar una posible fecha estimada de certificación. Desde Boeing, por su parte, han señalado que primero certificarán el B-737-7 y después se pondrán a trabajar en el -10.
Pero este no es el único problema del B-737 MAX relacionado con el sistema antihielo. Durante las pruebas se detectó un fallo de diseño de la unidad de control del sistema de alimentación de reserva. Esto podría causar la pérdida del control y la indicación de los sistemas antihielo de ambos motores; y con ello de pérdida de empuje o el fallo de ambos motores en vuelo, con el consiguiente riesgo.
Todo ello a la espera de que hoy, jueves 30 de mayo, representantes de Boeing, incluyendo a su consejero delegado Dave Calhoum y Stephanie Pope, presidenta de la división de aviones comerciales, se reúnan con la FAA para presentarles su plan de mejoras de la producción y del control de calidad de la misma.
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