Spirit AeroSystems anuncia el despido del 15 por ciento de sus empleados por el alto en la producción del Boeing 737 MAX.
Spirit AeroSystems ha sido la primera gran empresa que ha anunciado despidos como consecuencia de la decisión de Boeing de paralizar la producción del B-737 MAX hasta que el modelo vuelva a ser certificado, entre de nuevo en servicio, y Boeing “limpie” los aparcamientos de los más de 200 ejemplares que ya tiene tostándose al sol y cogiendo polvo una vez completado su montaje y pintura.
Spirit AeroSystems con sede en Wichita Kansas, es la encargada de producir los fuselajes del Boeing 737 y enviarlos , prácticamente terminados, a falta de su equipamiento interior, a la cadena de montaje final en Renton, además de los sistemas de reversa de empuje de los motores, pilones de los motores y componentes de las alas. En total en torno al 70 por ciento de la estructura de estos aviones, que supone más del 50 por ciento de la facturación anual de Spirit AeroSystems.
Ahora ha anunciado que en torno a 2.800 de los 18.000 empleados que forman su plantilla, comenzarán a dejar la empresa el 22 de enero. “Spirit está tomando esta acción debido a la suspensión de producción del 737 MAX y la incertidumbre en curso sobre el momento en que se reanudará la producción y el nivel de producción cuando se reanude. Esta decisión le permite a Spirit comenzar a alinear su estructura de costos con la suspensión de producción y, después de dicha suspensión, lo que Spirit espera serán niveles de producción más bajos que los niveles de Spirit en 2019” han señalado desde la empresa.
Además de Wichita, también habrá despidos desde finales de enero en las plantas de la empresa en Tulsa y McAlester en el estado de Oklahoma, donde también produce componentes para estos aviones. Estos despidos podrían no ser los únicos si la paralización se alarga.
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