Cuando todo parecía listo para poder comenzar las entregas del Boeing 787 Dreamliner en los próximos meses, la FAA ha dado un nuevo dolor de cabeza a Boeing.
Según se ha desvelado, Boeing tendrá que cambiar una gran parte de las abrazaderas, pernos y similares (fasteners en inglés) que se usan para asegurar la unión entre dos piezas cualquiera de la estructura interna de las alas del Boeing 787 Dreamliner.
Estas piezas cumplen en este caso una doble función, por una, como decimos, asegurar que las piezas se mantienen unidas entre sí, y por otra asegurar la conductividad eléctrica dentro del ala para evitar que se produzcan arcos eléctricos que puedan inflamar el combustible y asegurar la correcta protección eléctrica en el caso del impacto de un rayo en el avión.
Al parecer, estas piezas habrían recibido una pintura protectora errónea, y aunque este problema ya había sido identificado en el otoño de 2009, se esperaba no supusiese la necesidad de realizar los cambios en al menos 35 Boeing 787 Dreamliner.
Como es lógico, desde Boeing todavía no se ha informado oficialmente de nada, aunque la noticia ha transcendido vía algunas de sus fuentes extraoficiales, que además aseguran que los trabajos llevarán a que sólo se puedan entregar este año 12 de los 20 Boeing 787 Dreamliner previstos.
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