La compañía está acelerando la colaboración con empresas locales para incrementar el uso de combustible sostenible para aviación (SAF) a nivel mundial.
Boeing está dinamizando sus iniciativas mundiales para aumentar el uso de combustible sostenible para aviación (SAF, por sus siglas en inglés). Los principales ámbitos de interés incluyen los esfuerzos de Boeing para catalizar la colaboración, la investigación y el desarrollo de políticas en torno a los SAF, que pueden reducir el CO2 en hasta un 85% a lo largo del ciclo de vida. “Estamos profundizando en nuestras colaboraciones internacionales con el objetivo de alcanzar un planeta con más SAF”, declaró Chris Raymond, Director de Sostenibilidad de Boeing. “Los SAF son la solución que mayor potencial tiene para reducir las emisiones de la aviación, y estamos centrados en seguir colaborando e innovando para fomentar la fabricación de este tipo de combustible en todo el mundo”. Los principales retos para un uso más extendido de los SAF son la oferta limitada y el alto coste.
Los SAF actualmente representan el 0,1% de la demanda mundial de combustible para aviación. En el periodo previo al COP28, (Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) Boeing realizó una serie de acciones:
En primer lugar, reunió a los productores de energía y líderes de la aviación en Emiratos Árabes Unidos para crear un consorcio llamado Air-CRAFT para acelerar la investigación, el uso y la fabricación de combustibles para aviación renovables y avanzados en el país y fuera de sus fronteras.
Además, han lanzado una iniciativa junto a EE.UU. para catalizar el desarrollo y el uso de los SAF entre los países miembros de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). También van a colaborar con Zero Petroleum para probar y analizar la próxima generación de tecnologías destinadas a acelerar la producción de SAF.
Como parte de esta línea de acción, Boeing mostró su apoyo en los debates de la tercera Conferencia de la OACI sobre Aviación y Combustibles Alternativos, en la que los gobiernos de más de 100 países fijaron el objetivo de que el combustible para aviación en 2030 tendrá que ser un 5% menos intensivo en emisiones de carbono que el combustible convencional para reactores. En ese sentido, también se unirá a la Coalición Corporativa para la Innovación y la Tecnología hacia las Cero Emisiones Netas (CCITNZ), una alianza empresarial intersectorial destinada a ayudar a los países a cumplir sus objetivos de descarbonización y cambio climático a través de la innovación y la tecnología.
También proporcionarán sus conocimientos técnicos en el primer vuelo comercial transatlántico impulsado exclusivamente con SAF (un Boeing 787 Dreamliner). Este proyecto estuvo dirigido por Virgin Atlantic con financiación del Ministerio de Transporte británico. Y, por último, van a firmar un acuerdo con Masdar, la compañía de energía renovable con sede en AbuDhabi, para impulsar y apoyar el desarrollo y la adopción de políticas en materia de los SAF en EAU y otros países.
Boeing tiene intención de aprovechar este impulso en la COP28 y mantiene su objetivo de extender el uso de los SAF por todo el mundo mediante la colaboración con el sector y la promoción de políticas favorables, las inversiones en trabajos sobre la compatibilidad de productos y el aprovisionamiento de SAF, con acuerdos para adquirir más de 28 millones de litros de SAF para sus operaciones de aviación comercial en EE.UU.
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