La propuesta ha sido seleccionada por OACI por «ser una de las que mejor enfoca y aborda el problema».
Indra presentó durante el Simposio Drone Enable 2, organizado por la OACI, su visión sobre cómo integrar el tráfico aéreo convencional con tráfico de drones de todo tipo que albergaran las ciudades en los próximos años.
La propuesta de Indra, presentada en Chengdú por la ingeniera Patricia Hervías, fue seleccionada hace unos meses entre medio centenar de respuestas enviadas por empresas y centros de investigación de países del todo el mundo. La OACI consideró que la visión de la ‘hoja de ruta’ de Indra «una de las que mejor enfocan y dan respuesta a este problema” desde “un enfoque no convencional”.
Se trata de un reto de gran envergadura para el que autoridades, industria y proveedores de servicios de navegación necesitan una solución urgente para la integración entre el tráfico aéreo convencional, ya de por sí congestionado, con el mundo dron que comenzará a ocupar el espacio aéreo en los próximos años. De esta solución no solo depende la seguridad aérea, prioridad absoluta del sector de la aviación, sino también el desarrollo de este negocio emergente en Europa que moverá 10.000 millones de euros en 2035, un cifra alta pero que solo representa el punto de partida de este nuevo sector.
Para la compañía, el creciente número de drones con usos profesionales o recreativos hará que, en el corto plazo, resulte imprescindible contar con sistemas de control específicos para gestionar el tráfico de drones, sistemas que son conocidos bajo el nombre de Unmanned Traffic Management (UTM).
Estos sistemas monitorizarán, regularán el acceso al espacio aéreo y comprobarán que las aeronaves que vuelan de forma autónoma o controladas desde tierra por un piloto siguen sus planes de vuelo, respetan las reglas del aire o y no entran en conflicto con algún otro aparato.
El siguiente paso consistirá en abordar la integración de los sistemas UTM con los sistemas actualmente empleados para la gestión del tráfico aéreo convencional (sistemas ATM o Air Traffic Management). Aunque en una primera fase ambos sistemas se desarrollarán independientemente, pronto será necesario incrementar de forma gradual el intercambio de información entre ellos, hasta alcanzar la integración completa. Conforme a la visión propuesta por Indra, este será un proceso dividido en cuatro fases, que concluirá cuando ambos tipos de aeronaves operen sin restricciones en el mismo espacio.
Las zonas más sensibles para la convivencia de aeronaves tripuladas y no tripuladas serán los aeropuertos y ciudades. Pero también las zonas afectadas por catástrofes o emergencias requerirán especial atención, pues en estas situaciones tendrán que operar un gran número de aeronaves en el mismo espacio y tiempo realizando tareas peligrosas y en ocasiones, en condiciones de baja visibilidad.
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