En la tercera votación los trabajadores validaron el acuerdo entre sus representantes sindicales y la empresa.
Tras dos meses de huelga de los trabajadores de Boeing en los estados de Washington, Oregón y norte de California, estos dijeron sí, con un 59 por ciento de los votos a favor, al tercer acuerdo entre sus representantes sindicales y la empresa.
Finalmente, la oferta de Boeing aceptada supondrá un aumento de los salarios del 39 por ciento en cuatro años, quedando el salario medio en 119.000 dólares anuales. Las subidas serán, un 13 por ciento de forma inmediata, un 9 por ciento en 2025 y 2026 y del 7 por ciento en 2027. Las dos ofertas no aceptadas suponían aumentos del 25 y 35 por ciento respectivamente.
Algunos empelados citados por medios locales han declarado que la mayor diferencia con las ofertas anteriores para que muchos votasen sí a esta, fueron las amenazas del presidente y consejero delegado de la compañía, Kelly Ortberg, de a partir de ese momento hacer ofertas menores, y hacer uso de otros trabajadores para completar los trabajos (esquiroles en español), e incluso llevarse carga de trabajo a otras partes fuera de la zona.
Un punto no logrado por los sindicatos fue el que Boeing siguiese haciendo aportes al plan de pensiones de los trabajadores.
El acuerdo incluiría la primera oferta de Boeing de que el próximo avión comercial de la compañía se produciría en el área de Seattle.
Ahora, Boeing está trabajando en un plan para restablecer la producción en las plantas afectadas por la huelga, así como las entregas de aviones comerciales.
Boeing estima que los 53 días de huelga le han costado unos 5.500 millones de dólares; cifra que, previsiblemente, no incluye los pagos que deberá hacer a sus clientes como compensación por la entrega tardía de sus aviones.
Una semana antes del fin de la huelga, Boeing anunció que había logrado 35.000 millones de dólares para mantenerse. 25.000 millones mediante la venta de acciones de su autocartera en un período de tiempo no anunciado, y 10.000 millones de una nueva línea de crédito.
SPIRIT AEROSYSTEMS AL BORDE DE LA QUIEBRA
Sin embargo, al mismo tiempo que los empleados ratificaban el acuerdo, estallaba una nueva crisis.
Spirit Aerospace, que fabrica los fuselajes del B-737 y diversos componentes para el resto de los modelos de Boeing (además de para Airbus y otros fabricantes), anunciaba que estaba a punto de presentar suspensión de pagos, o incluso quiebra.
Según su comunicado, Spirit AeroSystems habría perdidó más de 3.000 millones de dólares en los primeros nueve meses de 2024 y los años 2021 a 2023, con una deuda acumulada de 4.402,6 millones de dólares.
Sin nueva liquidez, no garantizan que puedan seguir sus operaciones en los próximos 12 meses.
También han reconocido que en los últimos meses han experimentado retrasos en las entregas a Boeing como consecuencia, entre otros factores, de la nueva política de Boeing de no aceptar entregas que supongan trabajos de montaje fuera de secuencia o trabajos de reparación por problemas de calidad de producción.
También la huelga ha causado que la compañía haya llenado todo su espacio de almacenamiento de piezas para Boeing (especialmente de los programas 767 y 777) al no poder entregar. Y al no entregar, no cobra el trabajo realizado.
Además, el que la FAA no autorizase el incremento de producción del B-737, cuando ya habían realizado diversos gastos económicos para ello, también ha debilitado las arcas de Spirit Aerosytems.
Boeing está pendiente de las aprobaciones pertinentes para completar el proceso de compra de Spirit como parte de su programa de mejora de calidad productiva. Esta compra no incluye varias instalaciones cuya labor preferente es para Airbus, la cual se hará cargo de ellas.
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