“Como referentes en el suministro de combustibles para la aviación, en Cepsa queremos ser el mejor aliado de nuestros clientes para avanzar juntos en esta transición y ayudarlos a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad”, señala Carlos Barrasa, director de Commercial & Clean Energies de Cepsa.
A día de hoy, los viajes en avión emiten más de 900 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera cada año, el equivalente al 3% de todas las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del planeta. Es por ello que Cepsa, dentro de su estrategia Positive Motion, está desarrollando un ecosistema centrado en acelerar la descarbonización de los clientes del transporte pesado como de la propia compañía, mediante la producción de moléculas verdes, principalmente hidrógeno renovable y biocombustibles de segunda generación.
Cepsa ha alcanzado acuerdos de colaboración con las principales aerolíneas que operan en España para impulsar juntos la descarbonización del sector aéreo mediante la investigación y producción de Combustible Sostenible para la Aviación, SAF por sus siglas en inglés, y lograr que el sector de la aviación tenga cero emisiones netas en 2050. En concreto, la energética tiene alianzas con Air Europa, Iberia, Iberia Express, Vueling, Air Nostrum, Binter, TUI, Wizz Air y Volotea entre otros.
Para garantizar el suministro de SAF a sus clientes, Cepsa está desarrollando la mayor planta de biocombustibles de segunda generación del sur de Europa, junto a Bio-Oils, mediante una inversión de hasta 1.000 millones de euros. Esta instalación, que se pondrá en marcha en 2026 en Palos de la Frontera (Huelva), tendrá una capacidad de producción flexible de 500.000 toneladas de SAF y diésel renovable, y contará con la última tecnología para la producción de biocombustibles. Además, se diseñará desde su inicio como una planta nativa digital, con los últimos avances basados en inteligencia artificial, internet de las cosas y análisis de datos, para maximizar su eficiencia y garantizar los mayores estándares de seguridad y protección ambiental.
Los biocombustibles 2G serán fabricados a partir de residuos orgánicos, como aceites usados de cocina o desechos agrícolas, entre otros. Estos biocombustibles fomentan la economía circular, al utilizar para su producción residuos que de otro modo terminarían en vertederos.
Las Ventajas del SAF
La utilización de biocombustibles 2G puede llegar a reducir hasta en un 90% las emisiones de CO2 respecto a los combustibles tradicionales, por lo que son un elemento clave para avanzar en la transición energética e impulsar la descarbonización del transporte, especialmente en sectores en los que la electrificación es muy compleja, como el transporte pesado por carretera, el aéreo y el marítimo . De esta forma, a día de hoy, el SAF es la mejor palanca en la descarbonización del transporte aéreo de forma eficaz e inmediata.
Otra buena noticia es que esta solución no implica rediseñar las aeronaves ni modificar las infraestructuras de suministro. Esto permite que las inversiones y los esfuerzos de investigación y desarrollo tecnológico se concentren en ajustar la producción y reducir los costes.
Además, el SAF impulsa la economía circular, porque se produce a partir de desechos agrícolas biodegradables que, de otro modo, acabarían en vertederos, y residuos como aceite de cocina usado o grasa animal, tratados previamente para eliminar impurezas. Estos materiales se refinan a través de un proceso llamado hidrodesoxigenación, que elimina el oxígeno, el azufre y el nitrógeno procedente de estas materias primas renovables. La ventaja es que no es necesario cultivar biomasa y, por lo tanto, tampoco entra en competencia con cultivos destinados a la alimentación. Por otra parte, el uso de SAF aumenta laindependencia energética y, con ella, la seguridad de suministro. Además, asegura el mantenimiento de un importante motor de la economía española, con 200.000 empleos de calidad. Son razones más que suficientes para que, desde 2020, la IATA esté impulsando el uso de biocombustibles sostenibles.
El compromiso de Cepsa con el SAF
Una prueba del compromiso común del sector de la aviación española con la transición energética y el turismo sostenible fue nuestra iniciativa pionera, por la que, desde Cepsa, suministramos SAF durante una semana a 220 vuelos de Air Europa, Air Nostrum, Iberia Express, Ryanair, Vueling y Wizz Air. Las aeronaves despegaron del aeropuerto de Sevilla, en noviembre de 2022 y cubrimos 400.000 kilómetros de trayecto de una aeronave media, el equivalente a dar diez vueltas al mundo y cubrir entre 400 y 500 horas de vuelo. Con ello, evitamos la emisión de más de 200 toneladas de CO2, el equivalente a la plantación de más de 2500 árboles. Como parte de nuestro compromiso con el fomento y la aceleración de la descarbonización del transporte aéreo.
El SAF que proporcionamos para esta acción fue producido en nuestro Parque Energético La Rábida (Huelva) a partir de huesos de aceituna y otros residuos vegetales del sector de la oliva. Fue la primera vez que en un aeropuerto del sur de Europa se lleva a cabo un suministro de SAF de estas características.
Por otro lado, Cepsa ha comenzado a comercializar combustible sostenible de aviación (SAF) en cinco de los principales aeropuertos españoles, por los que cada año pasan más de 150 millones de pasajeros, lo que supone el 60% del tráfico de pasajeros del país. En concreto, la energética ha iniciado la comercialización de SAF en los aeropuertos de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Sevilla y Málaga para todos los clientes que lo soliciten. De esta manera, Cepsa se convierte en la primera compañía que ofrece biocombustible para la aviación de manera permanente en cinco de los principales aeropuertos españoles.
La energética, que actualmente es uno de los principales fabricantes y suministradores de combustibles para la aviación del mercado español, produce este combustible sostenible en su Parque Energético La Rábida (Huelva) a partir de residuos orgánicos, como aceites usados de cocina o deshechos agrícolas, entre otros. Estos biocombustibles de segunda generación, además de poder reducir las emisiones de los aviones hasta en un 90% en comparación con el queroseno convencional, fomentan la economía circular, ya que se producen a partir de residuos que, de otro modo, acabarían en vertederos.
Tobi Pardo, director de Aviación de Cepsa, ha afirmado: “Queremos que la aviación sostenible sea cuanto antes una realidad. Por ello, estamos orgullosos de poder ofrecer nuestro SAF de manera continuada a los clientes del sector aéreo. Por primera vez en España, cinco de los principales aeropuertos del país cuentan con este combustible sostenible, que permitirá a las distintas aerolíneas avanzar en sus propios procesos de descarbonización”. Además, la energética ha creado recientemente una dirección específica de SAF para atender las necesidades de descarbonización de sus clientes.
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