Avio Aero, filial de General Electric ha nombrado jefe técnico de Catalyst, el nuevo turbohélice en desarrollo al ingeniero español Jesús López.
Jesús López, de 37 años, ingeniero aeronáutico por ETSI Aeronáuticos de la Universidad Politécnica de Madrid, máster de la Universidad Politécnica de Valencia y especialista en Propulsión Aeronáutica por la Universidad de Cranfield ha sido nombrado jefe técnico de Diseño Preliminar para Proyectos Futuros de Avio Aero, filial italiana de General Electric.
Avio ha invertido 400 millones de dólares en el desarrollo del turbohélice Catalyst en Italia, “con tecnologías exclusivamente europeas y que en su fase de producción contará con la contribución de 6 países europeos, incluido España” señalan desde la empresa.
Entre las responsabilidades de Jesús López está la gestión y el desarrollo de la integración entre las aeronaves, especialmente a las aeronaves no tripuladas, los entrenadores y el transporte ligero, tanto civiles como militares.
Desde Avio destacan que este motor, al estar desarrollado en Europa: “Ofrece otra ventaja competitiva fundamental. la independencia respecto al régimen del ITAR (Reglamento estadounidense sobre el tráfico internacional de armas). La variante militar de Catalyst estará sujeta exclusivamente al régimen de exportación italiano”.
Catalyst ofrecerá entre 900 y 1.650 CV de potencia y es el primer motor de su categoría que cuenta con un sistema FADEC de control. Por ahora “ha superado las expectativas más optimistas en cuanto a rendimiento y fiabilidad y presenta las características ideales para algunos de los usos más avanzados, como por ejemplo los relacionados con las aeronaves no tripuladas, para las cuales los factores como la autonomía, la fiabilidad, la capacidad de funcionar a gran altitud durante varias horas y la integración con los sistemas de a bordo son aún más importantes” ha señalado Jesús López.
El motor cuenta con una sección frontal reducida respecto a otros modelos de su categoría, lo que reduce la resistencia aerodinámica. Según Avio, esto permitirá reducir el consumo, que se traducirá en la posibilidad de aumentar un 10 por ciento la carga útil o en 3 horas la autonomía en una misión típica de un UAV.
El Catalyst y su hélice serán controlados mediante un solo mando. Tendrá una relación de compresión de 16:1, “la más alta de su categoría, que garantiza una alta eficiencia térmica e incluye dos etapas de geometría variable, y los álabes de la turbina refrigerados; elementos que garantizan un mejor rendimiento y una respuesta más robusta a cambios de potencia”. Doce de sus componentes se producirán mediante fabricación aditiva (impresión 3D). Por medios de producción tradicionales estos 12 componentes estarían formados por 855 piezas. Cuenta con 98 tecnologías patentadas, “lo que demuestra la innovación a la vanguardia tecnológica del programa”.
El programa, que se espera logre la certificación en 2021, acumula ya más de 1.650 horas de pruebas, con más de 1.000 puestas en marcha y 300 horas de pruebas dedicadas a la integración aviónica y de control. “En mayo de 2019 superó las pruebas de altitud hasta los 41.000 pies, y en octubre de 2019 completó la primera prueba de certificación” comentan desde Avio.
Añadir comentario