Advierten del crecimiento de retrasos y cancelaciones que afectaría también a este verano, aunque se espera que con las medidas puestas en marcha por Eurocontrol la situación se minimice.
El número de retrasos debido a la gestión del tráfico aéreo en 2018 se elevó un 61,2% con respecto al año anterior. Una media de 1.250 vuelos sufrieron más de 15 minutos de retraso en ruta durante el pasado año, un 115% más que en 2017. Cada minuto de retraso supone un «gran impacto económico» para las aerolíneas. Así lo ha explicado Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas en un encuentro con prensa, donde cifró entre «70 y 80 euros por minuto» el coste que supone los retrasos para las aerolíneas.
Así mismo además de los retrasos por congestión aérea o conflictos laborales existen otros altercados que interceden con el buen funcionamiento aéreo. Por ejemplo el cierre del aeropuerto de Gatwick en diciembre por la presencia de drones, supuso para la compañía easyJet un gasto de 15 millones de libras en solo dos días. Más de 10 millones fueron destinados para sufragar los gastos de manutención y alojamiento de los pasajeros hasta su reubicación en otros vuelos. El mismo suceso le costó a la compañía Lufthansa un desembolso de 500 millones de euros en compensaciones a pasajeros.
«Actualmente todos estos costes son asumidos por las compañías aéreas, habría que empezar a pensar en repercutirlos en las organizaciones o causantes del retraso o las cancelaciones» reclamó Gándara durante el encuentro.
El reglamento CE 261/2004 contempla el derecho a una compensación económica únicamente por parte de las aerolíneas a los pasajeros que han sufrido retrasos o cancelaciones en sus vuelos. Por ello el directivo pide «una revisión cuanto antes», no solo porque la responsabilidad «en muchos casos no es integra de las compañías», sino porque también cree «desproporcionados» los costes de las compensaciones «teniendo en cuenta lo que actualmente valen la mayoría de billetes de avión».
El futuro no va a mejor. Según datos de Eurocontrol los retrasos por gestión de tráfico aéreo en ruta se podrían duplicar en 2019, pasando de los 2 minutos por vuelo previstos en 2018 -finalmente fueron 1,72 minutos- a los 4 minutos de media en 2019. Aunque el directivo espera que con las nuevas medidas adoptadas, y que se podrán en marcha en mayo, la cifra de previsión se rebaje hasta los 1,9-2,8 minutos por vuelo.
El directivo ha destacado que solamente el 30% de los retrasos por congestión aérea que afecta a España son causados por Enaire, por lo que es necesario tomar medidas que «minimicen el impacto negativo» que recibimos a causa de otros proveedores europeos.
Actualmente los principales centros causantes de retrasos son Karlsuhe, Marsella y Maastricht, por ello entre las medidas tomadas está el desviar unos 1.000 vuelos al día para evitar sobrevolar el espacio áereo alemán y francés. Con esto España asumirá entre 150 y 160 más de sobrevuelos para ayudar a la descongestión del tráfico aéreo.
No obstante las aerolíneas aseguran que ellas ya han asumido «esta situación como la nueva normalidad con la que debemos operar» y están totalmente «involucradas» destinando recursos para evitar que se sucedan y en el caso de esto no sea posible, mitigar sus consecuencias. Entre estas medidas están la reserva de aviones y tripulaciones ‘stanby’, el leasing y alquiler a corto plazo de aviones, refuerzo de recursos en los aeropuertos y la automatización de procesos para mejorar el servicio a los clientes.
PREVISIONES PARA EL VERANO 2019
Las previsiones de la asociación de cara al verano son positivas pero con un crecimiento moderado. Javier Gándara ha explicado que llevamos tres años acumulando cifras récord con incrementos porcentuales muy elevados, por lo que superar estas cifras «es cada vez más complicado». Aún así, el directivo aseguró que «volverá a haber récord pero a un ritmo de crecimiento más moderado«. Las cifras indican que España crecerá esta temporada hasta un 3,2%, teniendo en cuenta el crecimiento el 2,5% de la capacidad ofertada por las aerolíneas con respecto al anterior verano.
Esta previsión viene tras un invierno en el que se ha registrado un «aumento saludable» del 7,1%, pero porcentualmente inferior al de otros años. De la operación de invierno, Gándara ha destacado la mejora de la puntualidad con respecto al verano. En concreto, los aeropuertos de Madrid y Barcelona consiguieron una media de puntualidad del 87% y 84% respectivamente, notablemente superior a la media de los 25 principales aeropuertos de Europa que se situó en el 79%.
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