Ayer 7 de octubre KLM se convirtió en la primera aerolínea del mundo en cumplir un siglo operando bajo el mismo nombre.
Una gran fiesta en el icónico Hangar 10 de KLM en el aeropuerto de Amsterdam Sxhiphol sirvió para celebrar los primeros 100 años de Koninklijke Luchtvaart Maatschappij (KLM).
Una fiesta que se centró en el futuro, aunque también hubo pasado, y la sostenibilidad.
La fiesta se dividió en dos partes, una primera en la que los invitados, además de comer y beber, podían ver la colección de las 99 primeras casitas que forman la colección de botellitas de licor que KLM regala a sus pasajeros de primera y ejecutiva en vuelos de largo radio; algunos objetos de la historia de la aerolínea; recibir información sobre las filiales Transavia y KLM Cityhooper; y sobre todo ver, como decimos, el futuro en forma de una sección del avión ultra eficiente que KLM y la universidad de Tu Delft proponen para el largo radio.
La segunda parte, aún más festiva, consistió en la presentación del libro conmemorativo de los 100 años, y la entrega de los tres primeros ejemplares a los tres ex presidentes de KLM más antiguos que siguen vivos; una actuación musical para cantar el “happy birthday dear KLM”, seguida de la tarta de cumpleaños; y evidentemente, la presentación de la casa número 100 de la colección. Esta, como todas las demás, reproduce un auténtico edificio de Holanda. En este caso el Palace Huis ten Bosch.
Regresando al avión ultra eficiente, este fue presentado ya hace meses, con su inconfundible imagen de ala volante con forma de “V”.
Por una parte, como decimos, pudimos ver una sección del interior, con las camas que se proponen para el pasaje, zonas sociales con mesas, y dos ofertas de asientos. Unos tradicionales, pero que al estar en el eje vuelo, y no en el longitudinal del avión, las filas van escalonadas, con lo que se gana espacio personal al no ir hombro con hombro. Y otros más radicales, en varias alturas y con movimiento completo para dormir.
Junto a esta sección, la universidad de Tu Delft presentaba un modelo a escala que volará próximamente para comenzar a definir mejor el diseño del avión.
Sin embargo, los mismos responsables del proyecto en la universidad muestran su desconocimiento sobre el futuro. Los dos reactores que muestran las imágenes publicadas del avión, y que monta el modelo, son solo algo temporal. La propulsión eléctrica es actualmente un problema. Haría falta al menos 10 veces más energía que la que se puede producir hoy en día, para un avión de este tipo. Y además, a pregunta de Fly News, reconocieron que el centro de gravedad del avión es también motivo de preocupación y que hay que trabajar en él.
La configuración interior del avión que se nos mostró, y que compara a este avión con el Airbus A350, coloca a la clase business en el morro, la turista en las dos secciones fuseladas, la carga detrás de esta, y el combustible en el centro del fuselaje y detrás de la carga.
Finalmente señalar que ni KLM ni la universidad construirán este avión (o el que resulte de su evolución). Airbus mantiene conversaciones con ellos de cara a un posible acuerdo para sumarse al proyecto y llevar a cabo su fabricación y montaje.
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