Una vez se ha denegado el permiso para su venta a Jetblue, Spirit Airlines ha comenzado a tomar medidas para tratar de asegurar su existencia.
Spirit Airlines, una de las primeras aerolíneas en ser denominadas ultra low cost por cobrar hasta por el equipaje de mano, parece pasar por un mal momento.
En 2020 se anunció que Jetblue y Spirit habían llegado a un acuerdo para que la primera adquiriese a la segunda por unos 3.800 millones de dólares. Sin embargo, hace un mes, el 4 de marzo, ambas comunicaron el fin del acuerdo, después de que un juez federal estadounidense prohibiese la operación por cuestiones de monopolio.
Tras ello, las acciones de Jetblue subieron un 5 por ciento y las de Spirit cayeron cerca de un 60 por ciento.
Ahora, Spirit Airlines ha anunciado que ha llegado a un acuerdo con Airbus para retrasar la entrega de los aviones que tenía previsto recibir desde el segundo trimestre de 2025 hasta el final de 2026 a 2030 y 2031. Con esto, Spirit mejorará su posición de liquidez en unos 340 millones de dólares en esos dos años. El acuerdo incluye también alargar dos años el periodo que Spirit tiene para convertir en pedidos firmes las opciones de compra que tiene.
Los aviones previstos para el período 2027 – 2029 mantienen sus previsiones de entrega según han señalado desde Spirit. En total son 91 los aviones de la familia A320neo los que Spirit tiene pendientes de recibir desde las diferentes factorías de Airbus.
A esta decision hay que sumar el hecho de que como consecuncia de los problemas de los motores Pratt & Whitney PW1100G, una quincena de aviones están parados a la espera de nuevos motores. Recientemente ambas partes han acordado un pago de entre 150 millones y 200 millones de dólares a Spirit como compenación.
Y como consecucencia de ambas situaciones, Spirit ha anunciado también el despido, el próximo 1 de septiembre, de unos 260 pilotos, y un número indeterminado de capitanes pasarán a ser segundos pilotos. Aunque no se ha dicho nada por ahora, no seria de sorprender que unos 1.000 TCP también perdiesen sus trabajos. Con estas medidas, Ted Christie, presidente y consejero delegado de Spirit ha señalado que esperan avanzar en sus planes para volver a la rentabilidad, haciendo uso de la liquidez disponible, y ajustarse a la bajada de la demanda del mercado por vuelos super baratos como los que ofrecen.
Este acuerdo es además beneficioso para Airbus ya que libera slots de producción que podra ofrecer a clientes prefernciales que buscan recibir mas aviones a corto plazo, como puede ser United Airlines.
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