Ryanair ha anunciado unas pérdidas de 46,5 millones de euros para el trimestre cerrado el 31 de diciembre de 2018, incluidos 46,5 millones en Laudamotion.
Pese a que el tráfico de Ryanair creció un 8 por ciento y sus ventas de extras lo hicieron un 26 por ciento respecto al último trimestre de 2017, la caída en un 6 por ciento de la tarifa media (a menos de 30 euros por pasajero y vuelo), y los mayores costes de combustible, personal, e indemnizaciones a pasajeros según el reglamento 261 de la Unión Europea, han levado a que la aerolínea pierda en ese trimestre 20 millones de euros, a los que hay que sumar otros 46,5 en Laudamotion (pérdidas excepcionales), frente a unos beneficios de 105,6 millones de euros un año antes.
Así, en el último trimestre de 2017, Rynair transportó 30,4 millones de viajeros, mientras que en el mismo período de 2018 estos alcanzaron los 32,7 millones. La ocupación media de los aviones se mantuvo en el mismo valor: 96 por ciento, y los ingresos crecieron un 9 por ciento de 1.410 millones de euros a 1.530 millones.
Sobre estos resultados, Michael O’Leary, presidente de Ryanair ha señalado: “Si bien una pérdida de 20 millones de euros en el tercer trimestre fue decepcionante, nos alegramos de que esto se debió en su totalidad a las tarifas aéreas más bajas de lo esperado, por lo que nuestros clientes disfrutan de precios récord, lo que es bueno para el crecimiento del tráfico actual y futuro”.
Como señalamos, los ingresos de Ryanair en el trimestre crecieron un 9 por ciento, o un 1 por ciento por pasajero. Aunque la tarifa media cayó un 6 por ciento, como también hemos indicado, a menos de 30 euros por vuelo, los extras como embarque prioritario o la reserva de asiento, crecieron de forma importante hasta los 557 millones de euros, un 26 por ciento más.
Sobre el año 2019, desde Ryanair señalan la importancia de la llegada de sus nuevos Boeing 737 MAX 8 con 200 plazas desde el mes de abril: “tienen un 4 por ciento más asientos, son un 16 por ciento más eficientes en el consumo de combustible, son un 40 por ciento más silenciosos; y los pagaremos a un cambio de 1,24 dólares por euro hasta el año fiscal 2024. Impulsarán la eficiencia de los costos unitarios en los próximos 5 años. A medida que continúa la consolidación y fallan las aerolíneas europeas más débiles, cada vez más aeropuertos quieren atraer el crecimiento confiable y eficiente del tráfico de Ryanair”.
En cuanto a los costes, señalan que 2019 será un año de “invertir en nuestra gente, nuestros sistemas y nuestro negocio según nos preparamos para llegar a los 200 millones de viajeros en 2024”. Según los datos de Ryanair, los costes sin combustible crecieron un 6 por ciento por el incremento de los salarios a los pilotos en un 20 por ciento; aumento del personal de ingeniería; mayor número de cursos de entrenamiento para pilotos y TCP (recordemos la salida masiva de pilotos que tuvo Ryanair a manos de Norwegian); y las indemnizaciones pagadas a los pasajeros por los retrasos y cancelaciones “por el alto número de problemas de los centros de control”.
Con ello, estiman que el año fiscal 2019 (1 de octubre de 2018 a 30 de septiembre de 2019) se cerrará, sin contar los resultados de Laudamotion, con unos beneficios de entre 1.000 millones y 1.100 millones de euros debido a las menores tarifas que se esperan en el invierno, en torno al 7 por ciento inferiores a las de un año antes frente al 2 por ciento de caída que esperaban antes; pero con un crecimiento en el número de pasajeros hasta los 142 millones, un 9 por ciento, y más ventas de extras. También esperan unos menores costes de combustible.
Con todo, no descartan tener que bajar estas previsiones en función de lo que ocurra con el Brexit y/o si “hay desarrollos de seguridad inesperados”.
LAUDAMOTION
recuerdan que en diciembre se hicieron con el 25 por ciento del capital social restante que no poseían, y que con una serie de mejoras en la programación de vuelos lograron reducir las pérdidas anuales de 150 millones de euros a unos 140 millones. Para 2019 esperan unos resultados que estarán entre el equilibrio y unas pérdidas de 50 millones de euros dependiendo del precio medio de los billetes que se obtenga en el verano de 2019.
Sobre esta señalan que una parte de las pérdidas del primer año de operación se debieron a la publicación muy tarde de los horarios para el verano 2018; las tarifas promocionales muy baratas; unos leasing de aviones muy caros; y no haber asegurado el precio del combustible.
Desde Ryanair completan su análisis recordando que el precio del combustible y las bajas tarifas en los últimos cuatro meses han hecho quebrar a siete aerolíneas en Europa (Azur Germany, Cello, Cobalt, Primera, Sky Works, Small Planet, y VLM); que otras tres están buscando urgentemente compradores (Flybe, Germania y Wow), “o como Norwegian, refinanciándose para sobrevivir”.
También señalan que otras aerolíneas están recortando vuelos o cerrando bases como respuestas a las menores tarifas y mayores costes de combustible como han hecho ellos. Ryanair ha cerrado las bases de Bremen y Eindhoven y ha reducido los aviones basados en Niederrhein y Hahn.
Concluyen este análisis afirmando que “Esperamos más cierres y fallos de las aerolíneas en 2019 debido al exceso de capacidad en el mercado europeo, lo que está causando una continua debilidad en las tarifas”.
Para la temporada de verano de 2019 indican: “No compartimos la reciente perspectiva optimista de algunos competidores de que las tarifas aéreas para el verano de 2019 aumentarán. A falta de nuevos cierres de aerolíneas de la Unión Europea y debido a la reciente caída de los precios del petróleo (que permite que nuestros competidores no cubiertos con pérdidas puedan sobrevivir por más tiempo), esperamos que el exceso de oferta en el corto recorrido continúe hasta 2019, lo que creemos que llevará a un descenso de las tarifas”.
RYANAIR Y EL BREXIT
Como la mayoría de las aerolíneas europeas, Rynair mantiene una estrecha vigilancia sobre todo lo que ocurre con el Brexit: “El riesgo de un Brexit sin acuerdo sigue siendo preocupantemente alto. Si bien esperamos que prevalezca el sentido común y que se produzca un retraso en Brexit o un acuerdo sobre el acuerdo de transición de 21 meses actualmente sobre la mesa, hemos tomado todas las medidas necesarias para proteger los negocios de Ryanair en un entorno sin acuerdos”.
Así, ya han logrado un AOC británico “para proteger nuestras tres rutas domésticas en Reino Unido, y pondremos restricciones en los derechos de voto y venta de acciones de los accionistas de fuera de la Unión Europea por un tiempo (en el caso de un Brexit duro) para asegurar que Ryanair siga siendo en todo momento una aerolínea de propiedad de la Unión Europea y controlada por la Unión Europea, incluso si el Reino Unido sale de la Unión Europea sin un acuerdo”.
RYANAIR CAMBIARÁ SU ESTRUCTURA
Junto a la presentación de los resultados, Ryanair ha anunciado que cambiará su estructura interna. A lo largo del próximo año, las cuatro aerolíneas de Ryanair Holdings Plc: Ryanair DAC (Irlanda), Laudamotion, Ryanair Sun (Polonia) y Ryanair UK (Reino Unido), se integrarán en un grupo similar al que forma IAG. Cada aerolínea tendrá su propio grupo directivo que será supervisado desde la central. Al frente del grupo estará Michael O’Leary que dejará la dirección de Ryanair DAC, que ha firmado un nuevo contrato por cinco años para ejercer esta función. En su lugar se nombrará un nuevo director.
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