Las dudas de Luis de Guindos, ministro de Economía y Competitividad sobre un certificado de las cuentas de Aena ha paralizado la privatización de la mayor gestora mundial de aeropuertos.
La pasada semana estaba previsto que en el Consejo de Ministros se dice la luz verde al lanzamiento del proceso de la OPV de Aena Aeropuertos una vez seleccionados, unos días antes los tres accionistas de referencia entre las tres únicas empresas que se presentaron al concurso de selección.
Durante el consejo, el ministro de Economía y Competitividad Luis de Guindos expresó sus dudas de si el certificado de que las cuentas auditadas de Aena eran un fiel reflejo de la realidad de estas, emitido por la consultora PwC que es la misma que audita las cuentas de Aena, es válido. El que la propia auditora emita ese certificado es una práctica habitual, pero en este caso de Guindos puso en duda que su emisión no se hubiese tenido que hacer mediante un concurso público al tratarse de una empresa pública.
Para solucionar esta duda, que hizo que de momento el proceso se paralizase esa semana, se envió una consulta a la Abogacía del Estado para que determinase sí ese concurso público era preciso o no.
Ante este retraso, Ana Pastor, ministra de Fomento señaló que todo se aprobaría una semana después, que el calendario previsto de la privatización no se vería afectado y que el 12 de noviembre de 2014, como estaba previsto, Aena SA comenzaría a cotizar en bolsa. De Guindos por su parte declaró que era un tema de procedimiento que nada tenía nada que ver con la incompatibilidad del auditor para firmar cuentas y certificado. Los bancos encargados de la gestión de la salida a bolsa informaron de inmediato qué si había que emitir ese nuevo certificado toda la operación se vería retrasada a 2015.
Sin embargo, el dictamen de la Abogacía ha sido negativo, a favor del concurso público. Ello ha obligado a paralizar todo el proceso de venta de las acciones de Aena Aeropuertos, aplazándolo, como se había advertido, hasta febrero de 2015 como mínimo mientras se convoca el concurso, se adjudica, y el nuevo auditor revisa las cuentas de Aena y la auditoría de PwC para comprobar que en efecto, son reflejo una de otra y emite su certificado al respecto.
Ahora habrá que esperar a ver como este retraso afecta a la valoración de Aena, dado que los analistas bursátiles han señalado que el precio normal de las acciones debería estar entre los 30 y los 33 euros, lo que valoraría Aena en unos 5.000 millones de euros. Muy por debajo de lo que el Gobierno ha invertido sólo en infraestructuras aeroportuarias en los últimos años.
Álvaro Nadal, responsable de la Oficina Económica del Gobierno, sin embargo, señaló tras el aplazamiento del visto bueno del Consejo de Ministros el 24 de octubre, que: «La salida a bolsa de Aena no tiene marcha atrás«. pero también que el Gobierno no está dispuesto a aceptar un precio de venta por debajo de los 41,5 euros por acción, el precio más bajo que se anunció, y que valoraría Aena en 6.000 millones de euros.
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