Aena ha presentado la actualización de su plan estratégico 2022-2026 y anunciado que para el próximo DORA se quiere al menos, duplicar las inversiones del actual.
En 2026 termina el denominado DORA II, el Documento de Regulación Aeroportuaria por el que se establecen “las condiciones que obligan al operador aeroportuario a ofrecer un servicio de calidad y con la capacidad suficiente para atender a la demanda durante el periodo regulatorio quinquenal y que le ofrecen la predictibilidad necesaria para desarrollar un servicio eficiente, competitivo y sostenible en el largo plazo”.
A partir del 1 de enero de 2027 entrará en vigor el DORA III con vigencia hasta 2032. Este documento está ahora en sus primeras fases de elaboración, recopilándose las necesidades que cada aeropuerto de Aena en España considera para ese período. En 2025 se procederá a su redacción tras consultas con las aerolíneas y otros actores relevantes del sector. En 2026 se llevará a consejo de ministros para su aprobación.
Así, aunque está en un proceso tan inicial, desde Aena ya han adelantado que su intención es duplicar, al menos, las inversiones previstas en el actual Dora II. En el DORA III habrá inversiones que continuarán los trabajos iniciados durante el DORA II, otras nuevas, y algunas que seguirán desarrollándose en el siguiente DORA IV, según han explicado Maurici Lucena, presidente de Aena, junto a los máximos responsables del operador español al presentar las nuevas previsiones hasta el año 2026 en una jornada para analistas.
Pero antes del DORA III, los buenos resultados de 2023 y las previsiones de 2024, han llevado a Aena a actualizar sus previsiones hasta 2026.
Así, Lucena y sus directivos han anunciado que Aena quiere ser ahora cero emisiones netas en 2030 en lugar de 2040 como estaba previsto hasta ahora.
También que se estima que en 2024 en España se llegue a los 286 millones de viajeros (303 millones en el mejor de los escenarios), a entre 286 millones y 312 millones en 2025, y entre 300 millones y 317 millones en 2026. En las previsiones anteriores, de 2022, Aena no esperaba llegar a los 300 millones de pasajeros hasta 2026, mientras que ahora será en 2025.
Enero de 2024 fue un excelente mes, febrero, cuyas cifras se harán púbicas en unos días, avanzó Lucena, ha supuesto un crecimiento de más del 10 por ciento, y marzo también tiene muy buenas perspectivas. Para la temporada de verano las aerolíneas han programado un 7 por ciento más vuelos que un año antes. Lucena y Javier Marín, vicepresidente ejecutivo de Aena, recordaron que las aerolíneas suelen ajustar a la baja las programaciones para las que han pedido slots aeroportuarios.
En cuanto a las inversiones previstas para DORA III, un 11 por ciento corresponderán a proyectos que ya estarán en marcha al inicio de este, principalmente Madrid-Barajas, los dos aeropuertos de Tenerife, y el de Lanzarote. El 31 por ciento a proyectos de inversiones necesarias para mantener la operatividad normal de los aeropuertos. El 42 por ciento a proyectos que están ahora en fase de definición, incluyendo los aeropuertos de Barcelona-El Prat, Málaga, Alicante, Valencia, Ibiza, Menorca, Bilbao, Santander y Melilla. Y el 16 por ciento restante a otras inversiones.
En el caso de Madrid-Barajas se trata básicamente de añadir puertas de embarque en la zona norte de la T4 y su satélite y modificar las calles de rodaje en esas zonas; el aparcamiento remoto para aviones de dos pasillos del satélite. Este está prácticamente terminado, pero todavía no hay fecha de puesta en marcha.
El satélite de la T4 tiene últimamente problemas de estacionamiento de aeronaves. Por protocolo, dos posiciones deben estar libres para el caso de una necesidad urgente, como por ejemplo el aterrizaje no previsto de una aeronave por motivos médicos, técnicos o de seguridad, entre otras posibles causas. Ello está obligando en algunas ocasiones a llevar a la plataforma de la T4 aviones hasta que queden más posiciones libres en el satélite.
La última actuación prevista es el nuevo edificio procesador para las T1, T2 y T3, en el que se levará a cabo la facturación, el paso de controles de seguridad, y la recogida de equipajes. Los actuales edificios de estas tres terminales pasarán a ser lado aire enteramente. Es decir, estarán después de los controles de seguridad.
Las extensiones de la T4 y su satélite y el edificio procesador están todavía en fase de redacción del proyecto, y se alargarán no solo durante el DORA III, sino en el DORA IV.
Las obras previstas en Barcelona no corresponden a la posible nueva pista o alargamiento de la 06R/24L o al nuevo edificio satélite. Se trata de pequeñas ampliaciones de las dos terminales para dar más espacio para los controles de seguridad, dado que los nuevos equipos, que dejarán de hacer preciso sacar líquidos y equipos electrónicos de los equipajes de mano, necesitan más espacio.
Así en la T1 se ampliará ligeramente el edificio hacia el parking de automóviles, y ligeramente hacia los lados en la zona de embarque.
En otros aeropuertos se incluyen también ampliaciones de las terminales de pasaje y en algunos de las de carga.
Otras actuaciones previstas son por ejemplo el nuevo concurso de licencias de coches de alquiler, que señalan como el mayor del mundo; aparcamientos para vehículos, o la modernización y creación de nuevas salas VIP.
Con todas estas últimas (entre otras) Aena espera facturar al menos 1.950 millones de euros en 2026.
“Los ingresos comerciales podrían llegar a crecer un 48 por ciento en 2026 con respecto a 2019 (en la presentación del Plan en noviembre de 2022 se calculaba que lo harían un 23 por ciento) y el ingreso comercial por pasajero un 32 por ciento (frente al 12 por ciento)”, señalaron los directivos de Aena.
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