Coincidiendo con la entrega del último Boeing 747, el fabricante ha anunciado que el espacio que queda libre en Everett, se dedicará a construir más Boeing 737 MAX.
La factoría de Boeing en Everett, al norte de Seattle, surgió para construir el Boeing 747. Después se fue ampliando para dar cabida a las cadenas de montaje de los B-767, B-777 y finalmente, el B-787.
Con el fin de la producción del B-747, tras casi 55 años, según el último de ellos iba avanzando por la cadena, esta iba siendo desmantelada.
Ahora, horas antes de la ceremonia oficial de entrega de ese úlimo Jumbo, Boeing ha anunciado que ese espacio lo ocupará, desde 2024, una nueva línea de montaje del B-737, especializada en los modelos B-737-8200 (el B-737-8 con salidas de emergencia adicionales, como los de Ryanair), y el B-737-10, la versión más larga del modelo.
El anuncio lo realizó Stan Deal, presidente de Boeing Commercial Airplanes en un comunicado a los empleados de la división.
Se tratará de la cuarta línea de montaje que tendrá Boeing para este modelo, y cuya misión será aumentar el ritmo de producción. En ella trabajarán algunos empleados de las otras cadenas, que aportarán su experiencia, junto a trabajadores de Everett, principalmente los involucrados en la producción del B-747, y empleados de nueva contratación,
Será el priner avión de un solo pasillo que se monte en esta factoría.
El Boeing 737 comenzó a producirse en Boeing Field, hasta que en 1970 la cadena de producción se trasladó al aeropuerto de Renton, donde permanece hasta hoy en día. Así, Everett será la tercera ubicación desde la que saldrán los B-737.
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