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Aviones experimentales Sostenibilidad

NASA y Boeing cancelan el X-66

Modelo de pruebas en túnel de viento del X-66.
Modelo de pruebas en túnel de viento del X-66.

La NASA y Boeing han decidido no seguir con el desarrollo del demostrador de vuelo sostenible X-66, si bien no abandonarán el desarrollo de un ala fina.

No hay mal que por bien no venga, deberán pensar en Boeing. La decisión de la NASA de parar los trabajos en el demostrador tecnológico X-66 permitirá a Boeing reforzar los equipos de ingeniería que trabajan en los B-777X y B-737-10 para avanzar en su certificación  y lograr, tras muchos retrasos, que las entregas comiencen en 2026.

El programa X-66 se lanzó al inicio de 2023 por parte de la NASA para estudiar formas de avanzar hacia las cero emisiones netas por parte de la aviación comercial.

Para este programa, Boeing decidió utilizar un MD-90 al que se estaba sustituyendo sus alas originales por unas nuevas, más finas, de mayor longitud y arriostradas, colocadas sobre el fuselaje en lugar de bajo el mismo. Además estaba previsto eliminar una sección del fuselaje, acortando la longitud del avión.

El avión, se encuentra desde el pasado mes de agosto en la denominada Planta 42 de la Fuerza Aérea, un área del aeropuerto de Palmdale (California) donde diversas empresas llevan a cabo el desarrollo de sistemas aeronáuticos de defensa, cuando menos reservados, por no decir secretos.

Estaba previsto que, una vez modificado, las pruebas en vuelo se iniciasen en 2028. Al anunciarse la paralización del programa (sin fecha para retomarse), desde la NASA han señalado que están evaluando “un enfoque actualizado del proyecto de Demostrador de Vuelo Sostenible, que se centraría en la tecnología de ala delgada con amplias aplicaciones para múltiples configuraciones de aeronaves”.

También han señalado que el avión y demás componentes y equipos para el programa serán almacenados mientras analizan los resultados obtenidos y los que esperan lograr de nuevos estudios sobre este tipo de ala.

Según explicó Todd Citron, director tecnológico de Boeing, los numerosos ensayos realizados en túnel de viento han confirmado los beneficios aerodinámicos de un ala fina. Esta, con su mayor envergadura además, crea menos resistencia al avance.

Boeing confía todavía que de estos trabajos pueda desarrollarse el ala del futuro sustituto del Boeing 737, la cual, junto a sistemas motrices avanzados, permitiría reducir el consumo en un 30 por ciento frente a los modelos actuales.

No obstante, esta decisión, y el anuncio de más ensayos antes de proceder con la modificación y prueba en vuelo del X-66 hace pensar que, quizás, se haya detectado algún problema durante los trabajos realizados hasta ahora.