Nuevos Boeing 737 MAX dejarán de acumularse en diversos aeropuertos del oeste de Estados Unidos al anunciar Boeing la parada de la cadena de montaje desde el mes de enero de 2020.
“Devolver de forma segura el 737 MAX al servicio es nuestra principal prioridad. Sabemos que el proceso de aprobación del regreso al servicio el 737 MAX, y de determinar los requisitos de formación apropiados, debe ser extraordinariamente exhaustivo y sólido, para garantizar que nuestros reguladores, clientes y el público en general tengan confianza en las actualizaciones del 737 MAX”.
Este es el inicio del comunicado con el que Boeing ha hecho oficial la largamente esperada noticia de la paralización, temporal, de la producción del Boeing 737 MAX.
Y es que con cerca de 400 aviones producidos desde que se dio la orden de paralización del modelo tras los dos accidentes, Boeing hasta empieza a encontrar dificultades para aparcar los que siguen saliendo de la cadena de montaje en Renton.
400 aviones son el doble de los 205 B-737 MAX que Boeing entregó en 2018.
Así, la decisión de Boeing ha sido “priorizar la entrega de aviones almacenados y suspender temporalmente la producción en el programa 737 a partir del próximo mes”.
Una decisión que desde Boeing señalan que “Creemos que esta decisión es la menos perjudicial para mantener el sistema de producción a largo plazo y la salud de la cadena de suministro”, sin duda creará en poco tiempo problemas a las empresas de esa cadena de suministro. Spirit Aerosystems, por ejemplo, es la encargada de entregar los fuselajes de los Boeing 737 prácticamente completos (a falta de interiores y algunos sistemas) desde sus instalaciones en Wichita (Kansas). Parar esos trabajos puede suponer que en unos meses, si esta decisión se alarga, tener que prescindir de un personal altamente especializado que después pude ser difícil de reponer.
Boeing de momento ha anunciado que sus planes incluyen que el personal asignado a la cadena de producción siga en sus puestos, o sea temporalmente asignado a otros equipos en la zona de Seattle. En estos momentos a Boeing le quedan 42 Boeing de la anterior generación (series 700 y 800) por entregar.
En el mes de abril de 2019 Boeing había recortado la producción mensual del B-737 de 52 a 42 aviones, aunque al mismo tiempo anunció a la cadena de suministro que en febrero de 2020 se volvería a los 52 aviones mensuales, pasando primero por 47 desde octubre, antes de incrementar la cadencia a 57 en junio de 2020.
Eso sí, los directivos de Boeing dejaron ya entonces claro que esos planes de producción dependían de que el MAX volviese a ser certificado y a volar. Denis Muilenburg, presidente y consejero delegado de Boeing anunciaba en julio que no obstante no descartaban más recortes o incluso la suspensión de la producción si la certificación se retrasaba.
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