El director de la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos, Steve Dikson, participará hoy en un vuelo de prueba desde Boeing Field para comprobar personalmente que el avión cumple con las modificaciones exigidas por el regulador.
Según publica el Seattle Times, hoy miércoles el director de la FAA cumplirá la promesa que hizo a sus empleados: «No voy a firmar este avión hasta que lo pilote yo mismo, y esté tan satisfecho con el resultado que subiría a mi propia familia en él sin pensarlo dos veces».
El vuelo, que despegará de Boeing Field, a las 09:00 hora local, es una prueba, afirma este medio, de que la FAA está ya lista para la recta final de la certificación de todas las modificaciones pedidas al fabricante norteamericano sobre su modelo más comprometido de los últimos años. El vuelo de prueba durará alrededor de dos horas,
Medios norteamericanos interpretan este día como un punto de inflexión para volver a poner en vuelo la flota MAX paralizada en todo el mundo desde marzo de 2019.
El modelo, que está siendo escrutado minuciosamente por todas los reguladores aeronáuticos a nivel mundial, también recibió una buena noticia procedente de la Agencia Europea de Seguridad Aérea -EASA-. La semana pasada, el máximo responsable de la Agencia, Patrick Ky, adelantó que esperan levantar la prohibición de vuelos sobre el MAX en el próximo mes de noviembre. La autoridad europea ha incluido algunos cambios que no recoge la FAA, pero que podrían ser implementados una vez que el MAX vuelva al servicio.
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