¿Cuántas veces hemos oído en las retrasmisiones de la Fórmula 1 lo de usar el rebufo para correr más? Ahora Airbus quiere usarlo para volar consumiendo menos.
Desde hace años los técnicos de Airbus buscan inspiración en la naturaleza. Quizás el ejemplo más recordado sea la propuesta de usar estructuras similares a las de los huesos para reducir el peso de los fuselajes o componentes sin reducir su fuerza estructural. Este tipo de construcción se ha mostrado tanto para paneles de la cabina de pasaje como en el futurístico avión conceptual para 2050.
Pero también hace ya un tiempo habló del vuelo colaborativo, en el que los aviones volarían en bandadas como los pájaros, usando la energía de los vórtices que genera uno para reducir el consumo energético de los que van detrás a la hora de aletear, en el caso de los aviones, de consumir combustible. Es el equivalente al rebufo de los coches, pero en tres dimensiones.
Ahora Airbus ha regresado a esta idea lanzando el programa demostrador que ha bautizado Fello’fly, algo así como vuelo de amigos.
Con este programa Airbus quiere demostrar la viabilidad técnica, operacional y comercial de dos aviones de largo radio volando en formación.
Según las estimaciones de Airbus, el avión que vuele de punto, es decir, detrás, podría ahorrar entre un 5 y un 10 por ciento de combustible sin que el líder consuma más.
El segundo avión se situaría ligeramente fuera de la estela turbulenta, pero aprovechando el movimiento de aire ascendente que esta genera al girar. Este aire ascendente proporciona sustentación adicional, por lo que es posible mantener velocidad y altitud con un menor empuje de los motores, y por tanto el citado menor consumo.
Airbus, según han anunciado desde el fabricante, está trabajando en lograr las soluciones técnicas precisas para ayudar a los pilotos a mantener su aeronave en la zona adecuada y segura del aire ascendente, manteniendo la distancia y altitud respecto del avión que cual delante.
Además de Airbus, en el programa están involucradas aerolíneas y gestores del espacio aéreo para identificar las posibles soluciones para llevar a cabo este tipo de operaciones.
En 2020 Airbus tiene previsto llevar a cabo vuelos de prueba de esta “tecnología” con dos de sus A350, y “Dado el alto potencial de un impacto medioambiental positivo para la industria, Airbus se ha marcado como objetivo un ambicioso calendario para una entrada en servicio controlada antes de mediados de la próxima década”.
Un ejemplo que Airbus pone para inspirarse para este programa es el vuelo de los gansos (y otras aves migratorias) en “V”.
Según explican: “Para muchos, esta es una vista familiar. Pero, ¿por qué los gansos vuelan de esta manera? A esta pregunta, algunas personas podrían explicar que esta técnica de vuelo ayuda a los gansos a ahorrar energía. Y estarían en lo correcto. Sin embargo, los científicos ahora entienden que volar en forma de ‘V’ es en realidad mucho más impresionante de lo que nadie había imaginado.
Cuando un pájaro mueve sus alas, el aire fluye sobre estas y se arremolina detrás de las puntas de las alas. Este flujo crea una estela, que es un movimiento giratorio de aire que contiene energía cinética. Cuando el núcleo energético de la estela arrastra el aire circundante, crea corrientes suaves conocidas como ‘flujo ascendente’ o aire que se mueve hacia arriba.
Cuando otro pájaro entra en el flujo ascendente, se beneficia inmediatamente de la sustentación gratuita, lo que le permite seguir volando y gastar mucha menos energía.
Las ventajas de la ‘recuperación de la energía de la estela’, el término técnico para volar en contracorriente, se han escrito durante décadas. Sin embargo, dado el compromiso de la industria de la aviación de reducir las emisiones de las aeronaves, Airbus está analizando de nuevo cómo esta técnica de vuelo podría proporcionar a las aeronaves elevación libre, permitiéndoles reducir el empuje del motor y el consumo de combustible”.
Ya en 2016 Airbus llevó a cabo algunos vuelos de prueba de esta idea, que demostraron que se podían lograr importantes ahorros de combustible cuando dos aviones volaban a unos 3 km de distancia, todo ello sin alterar la comodidad a bordo, es decir, sin que se sintiese turbulencia en el segundo avión.
En aquel momento, según señalan desde Airbus la tecnología de control aéreo no era lo suficientemente avanzada como para que dos aviones pudiesen volar tan próximos, pero se están efectuado grandes avances en aspectos como el seguimiento en tiempo real de aviones yahora sería posible este tipo de vuelo en formación.
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