La USAF ha lanzado un programa para remotorizar 76 B-52H, lo que podría alargar la vida operativa de este bombardero hasta 2055.
Construidos entre 1961 y 1962 la USAF llegó a contar con 102 Boeing B-52H, la última de las variantes de este bombardero de ocho motores aunque hoy sólo restan 73 en servicio, y la única que hoy sigue en servicio.
Ahora la USAF ha lanzado un nuevo programa para remotorizar estos aviones tras varios intentos frustrados en el pasado (incluido uno para instalar cuatro motores en lugar de los ocho), y sustituir sus Pratt & Whitney TF33 (versión militar del JT3D usado, entre otros en los Boeing 707 y Douglas DC-8).
Este último plan de remotorización lleva cerca de un año de gestación, aunque no ha sido hasta ahora que se ha dado el visto bueno. El pasado mes de septiembre por ejemplo Rolls-Royce anunció que ofrecería el BR725 (F-130 para la USAF) como planta motriz. Este motor equipa a los Gulfstream V (C-37) de la USAF.
Este programa está todavía en sus primeras fases a la espera que los diferentes fabricantes de motores presenten sus propuestas después de una reunión informativa celebrada los días 12 y 13 de diciembre en la base de Barksdale en la que la USAF presentó sus necesidades a varias empresas.
Será a mediados de 2018 cuando la USAF elija al suministrador de los motores. En 2022 se instalarían los primeros motores para iniciar las pruebas. Se estima que se tardaría unos 17 años en tener todos los aviones modificados y los primeros no serían operativos antes del año 2029 y la calificación operativa completa se obtendría hacia el año 2034.
La USAF por su parte pidió que la solución elegida mantenga la estructura del ala y pilones de los motores, así como los ocho motores. El nuevo motor elegido deberá consumir como mínimo entre un 10 y un 25 por ciento menos combustible que los TF-33, y deberán pasar entre 15 y 25 años antes de su overhaul.
Con los nuevos motores y otras actualizaciones que se realizarían al mismo tiempo estos B-52H podrían estar operativos hasta el año 2055, 25 años más de lo estimado actualmente. Según Boeing, este programa de remotorización podría ahorrar hasta 10.000 millones de dólares hasta el año 2055 por el menor consumo de combustible y necesidades de mantenimiento de los nuevos motores.
¡Sorprendente! Una vida tan larga en un avión que es capaz de volar a gran altura (con los consiguientes ciclos de compresión/descompresión) pensaba que no era posible, por la fatiga de los materiales (en teoría, deberían aparecer grietas por todas partes).
Modernizarlos es más barato en todo caso antes que tener un presupuesto millonario para crear otro avión.
Lo mismo se hecho antes con los viejos DC-8 ya que el momento que los crearon ya se pensó en darles una larga vida. En nuestros tiempos a los B777 se ha apostado por lo mismo para un día rejuvenecerlos y ahorrar dinero.