Nuevo revés al programa Boeing 787, a revisión los aviones de los últimos seis meses por los cristales de los parabirsas de la cabina de los pilotos.
Si hasta ahora la mayoría de los problemas que han paralizado la entrega de nuevos Boeing 787 desde finales de octubre de 2020 se centraban en la sección trasera del fuselaje, ahora ha surgido un nuevo problema, en la parte delantera.
Tras casi cinco meses sin entregarse un solo B-787, Boeing había anunciado en enero que esperaban reiniciar las entregas a finales de marzo a más tardar.
Ahora, según se ha sabido, estas previsiones pueden haberse ido por el desagüe tras descubrirse que los cristales del cockpit de muchos de los aviones pendientes de entrega podrían no cumplir los requisitos exigidos por Boeing.
Al parecer, uno de los fabricantes de estos cristales (que no ha sido identificado) cambió el sistema de producción de los mismos, por lo que Boeing ha decidido realizar diversas comprobaciones sobre los cristales que ha recibido desde el cambio.
Lo cierto es que el cambio en el proceso de producción, que tampoco se ha explicado en qué ha consistido, no tiene por qué haber alterado la seguridad de dichos cristales, que seguirían cumpliendo los requisitos de Boeing. Simplemente las comprobaciones se están realizando por seguridad, y no son diferentes a cualquier otra del mismo tipo ante algún cambio productivo de cualquier pieza de cualquier avión.
Desde Boeing, por ello, siguen siendo optimistas de que esto no retrasará el calendario de entregas.
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