La autoridad aérea europea, EASA, ha dado su luz verde al reinicio de los vuelos comerciales del Boeing 737 MAX.
Tras Estados Unidos, Brasil, Canadá y Mèxico, Europa acaba de autorizar que los Boeing 737 MAX matriculados en países EASA vuelvan a operar en vuelos comerciales.
Patrick Ky, director ejecutivo de EASA ha manifestado: “Hemos alcanzado un hito significativo en un largo camino. Tras un análisis exhaustivo de EASA, hemos determinado que el 737 MAX puede volver a funcionar de forma segura. Esta evaluación se llevó a cabo con total independencia de Boeing o de la Administración Federal de Aviación y sin ninguna presión económica o política; hicimos preguntas difíciles hasta que obtuvimos respuestas y presionamos para encontrar soluciones que cumplieran con nuestros exigentes requisitos de seguridad. Llevamos a cabo nuestras propias pruebas de vuelo y sesiones de simulador y no confiamos en que otros hicieran esto por nosotros.
Este viaje no termina aquí. Tenemos plena confianza en que la aeronave es segura, que es la condición previa para dar nuestra aprobación. Pero continuaremos monitoreando de cerca las operaciones del 737 MAX a medida que la aeronave reanude el servicio. En paralelo, y ante nuestra insistencia, Boeing también se ha comprometido a trabajar para mejorar aún más la aeronave a medio plazo, con el fin de alcanzar un nivel de seguridad aún mayor”.
Como otras autoridades, EASA puso condiciones previas a la certificación del Boeing 737 MAX:
Que los dos accidentes se consideran suficientemente entendidos.
Que los cambios de diseño propuestos por Boeing para abordar los problemas destacados por los accidentes fuesen aprobados por EASA y que su realización es obligatoria.
Completar una revisión de diseño ampliada independiente.
Y que las tripulaciones de vuelo del Boeing 737 MAX hayan recibido la formación adecuada.
Patrick Ky ha señalado en su manifestación que «Estas cuatro condiciones ahora se han cumplido, lo que nos permite seguir adelante con el regreso al servicio«.
Estas condiciones coinciden basicamente con las establecidas por otras autoridades aeronáuticas, especialmente la FAA de EE.UU., si bien EASA ha ordenado también que Boeing mejore la seguridad de los sistemas ante un fallo en los sensores de ángulo de ataque y que Boeing lleve a cabo “una evaluación complementaria del factor humano de su sistema de alerta a la tripulación en los próximos 12 meses, con el objetivo de identificar la necesidad de mejoras a más largo plazo”.
Otras dos diferencias entre EE.UU. y Europa es que EASA permitirá que los pilotos puedan desactivar el stick shaker (el sistema que hace vibrar la palanca de mandos cuando la aeronave se acerca a la pérdida) cuando haya sido activado por error por un fallo de los sistemas “para evitar que esto distraiga a la tripulación”, y “por un tiempo se prohíbe realizar ciertos tipos de maniobras de aproximación de alta precisión”.
CAMBIOS DICTADOS POR EASA
Actualizaciones de software para la computadora de control de vuelo, incluido el MCAS
Actualizaciones de software para mostrar una alerta en caso de desacuerdo entre los dos sensores AoA (ángulo de ataque)
Separación física de los cables tendidos desde la cabina hasta el motor de compensación del estabilizador
Actualizaciones de los manuales de vuelo: limitaciones operativas y procedimientos mejorados para equipar a los pilotos para comprender y gestionar todos los escenarios de falla relevantes
Entrenamiento obligatorio para todos los pilotos del Boeing 737 MAX antes de que vuelvan a volar el avión y actualizaciones del entrenamiento inicial y periódico de los pilotos en el MAX.
Pruebas de sistemas, incluido el sistema de sensores AoA
Un vuelo de disponibilidad operativa, sin pasajeros, antes del uso comercial de cada aeronave para garantizar que todos los cambios de diseño se hayan implementado correctamente y que la aeronave se haya sacado de manera exitosa y segura de su largo período de almacenamiento.
Antes de que las aerolíneas pongan de nuevo en vuelo los aviones aparcados por más de dos años, o los que Boeing ya está entregando, estos deben ser modificados de acuerdo a la directiva de aeronavegabilidad y las tripulaciones completado los nuevos cursos.
Las autoridades nacionales de los países EASA (los 27 de la Unión Europea, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza), AESA en el caso español, supervisarán que las aerolíneas de sus países cumplen con la normativa antes de permitir la operación comercial de las aeronaves matriculadas en ellos.
Desde EASA recuerdan también que algunos países además de a los aviones matriculados en ellos, también prohibieron la operación de cualquier B-737 MAX en su espacio aéreo. Cada país deberá volver a autorizar también esto.
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