Lufthansa y los aeropuertos de Frankfurt y Munich consideran que la iniciativa de la Unión Europea Fit for 55 favorece a las aerolíneas extranjeras sobre las europeas y piden una política climática eficaz y justa de la Unión.
En un comunicado conjunto, Lufthansa y Fraport (gestora de, entre otros el aeropuerto de Frankfurt), y el aeropuerto de Munich han mostrado su oposición al programa de protección del clima de la Unión Europea Fit for 55.
La Comisión Europea ha propuesto tres medidas para el transporte aéreo: Introducir un impuesto sobre el keroseno, reforzar el comercio de emisiones (ETS), y la introducción de un mandato de mezcla creciente para los combustibles de aviación sostenibles (SAF).
“El Grupo Lufthansa, Fraport y el aeropuerto de Múnich apoyan los ambiciosos objetivos de protección del clima de la Unión Europea y persiguen una estrategia bien definida de la Unión Europea que impulse la descarbonización de las operaciones y que implican inversiones de alto coste” han señalado estas tres empresas. Para estas, dicha política debe ser aplicada tanto a las empresas europeas como a las extranjeras en sus operaciones con la Unión Europea en igualdad de condiciones para todos: “Que impida que el tráfico y las emisiones de CO2 se desplacen sin un beneficio para el clima (fuga de carbono)”.
Esto, que no es una nueva reivindicación ya que cada vez que se habla de aplicar nuevos impuestos o restricciones a la aviación europea es un tema que surge por los mismos motivos: Que se aumentan los costes solo para las aerolíneas europeas frente a las extracomunitarias que, entonces, en teoría, pueden ofrecer tarifas más competitivas y por tanto ganar cuota de mercado.
Así, Carsten Spohr, presidente del Consejo de Administración de Lufthansa; Jost Lammers, director general de Flughafen München; y Stefan Schulte, presidente del Consejo de Administración de Fraport, han señalado que: “Si los planes actuales de Fit for 55 se aplicaran sin cambios apropiados, supondría un aumento unilateral de los costes para las aerolíneas de la red europea y los hubs de la red europea. La conectividad, la creación de valor y el empleo en Europa se verían se debilitarían significativamente”.
Los tres directivos además han pedido al Parlamento europeo y al Consejo de Europa que “mejoren las propuestas” de la Comisión de la Unión Europea que hemos señalado “e inicien un reglamento que promueva la protección efectiva del clima, manteniendo al mismo tiempo la competitividad de los hubs y las aerolíneas europeas. La igualdad de trato entre las aerolíneas y los aeropuertos de la Unión Europea y sus competidores de fuera de la Unión Europea es crucial. Hasta ahora esto no se ha producido. Dado que los requisitos de protección del clima propuestos son mucho más estrictos para las aerolíneas y los hubs de la Unión Europea que para los competidores de fuera de la misma”.
Para los tres directivos estas nuevas propuestas solo desplazarán las emisiones y no las reducirán: “Como resultado, Europa se volvería más dependiente de terceros países en materia de política de transportes. Esta no puede ser la intención de los responsables políticos» ha señalado Spohr, mientras que Schulte, ha afirmado que: «Sí, necesitamos más esfuerzo y rapidez en protección del clima. No es una cuestión de ‘si’, sino de ‘cómo’ llevar a cabo políticas climáticas ambiciosas. Como tal, queremos evitar el riesgo de fuga de carbono y de distorsiones de la competencia. En otras palabras, lograr una acción climática eficaz y mantener la conectividad y el empleo en Europa«.
Finalmente, Lammers, recalcó que : «Necesitamos una política climática justa y política climática justa y eficaz que no coloque a las aerolíneas europeas en una posición peor que la de sus competidores. Un simple impuesto sobre el queroseno no ahorra ni un solo gramo de CO2. Sin embargo el comercio de derechos de emisión y el mandato de mezcla de SAF, aplicados correctamente, sí lo hacen y son instrumentos eficaces para la deseada descarbonización de la aviación«.
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