Se acerca la hora de la adjudicación de los slots para la temporada de verano en el hemisferio norte y se vuelve a pedir que se suprima la regla del úselo o piérdalo.
Con el coronavirus SARS-CoV-2 circulando a sus anchas por todo el mundo todavía y a la espera de las vacunas, el transporte aéreo mundial se enfrenta a la planificación de una nueva temporada sin ningún tipo de seguridad en cuanto a qué, cómo y cuándo podrán volar.
Ante ello las diferentes asociaciones internacionales del sector, entre las que se encuentran ACI World, IATA, y WWACG, reunidas en el Worldwide Airport Slot Board (WASB), han pedido a los reguladores mundiales que, como en las dos últimas temporadas (verano 2019 e invierno 2019/2020) adopten unas reglas más flexibles para los slots aeroportuarios en línea con las recomendaciones realizadas “lo más rápidamente posible con el objetivo de preservar las conectividades esenciales en el transporte aéreo”
Según sus datos, en torno al 65 por ciento de las conexiones sin escalas entre pares de ciudades desaparecieron en el primer trimestre de 2020, principalmente por las prohibiciones a los viajes impuestas por los gobiernos.
Dado que casi la mitad de los pasajeros que volaban antes de la pandemia tenían su origen o destino en un aeropuerto regulado por slots, la adjudicación de estos derechos de despegue y aterrizaje para estas asociaciones es imprescindible que se apliquen nuevamente medidas de protección de slots para evitar que las aerolíneas pierdan aquellos que no pueden usar, bien por las prohibiciones gubernamentales, bien por falta de demanda “Las reglas de slots existentes nunca fueron diseñadas para hacer frente a un colapso prolongado de la industria. Los reguladores suspendieron temporalmente las reglas para el verano y el invierno de 2020 para darle a la industria un respiro vital. Sin embargo, se espera que el tráfico aéreo internacional regrese a alrededor del 25 por ciento de los niveles de 2019 para el verano de 2021. Para preservar la conectividad mientras se recupera el tráfico aéreo, es esencial un sistema más flexible de regulación de franjas horarias”.
En el Worldwide Airport Slot Board, el forum donde se reunen aerolíneas, aeropuertos y autoridades coordinadoras de slots ha preparado una propuesta a los reguladores para preservar lo major de las reglas actuales para la adjudicación de slots y al mismo tiempo ofrecer flexibilidad para ayudar en la recuperación.
Dicha propuesta incluye que las aerolíneas que devuelvan series completas de slots a principios de febrero se les permita retener el derecho a operarlos en el verano de 2022.
Que haya un umbral operativo más bajo para retener los slots la temporada siguiente. En condiciones normales de la industria, esto se establece en 80-20 (es decir, que hay que operar un mínimo del 80 por ciento de los vuelos programados en cada slot para tener derecho a mantenerlo en la siguiente temporada). WASB recomienda que esto se modifique a 50-50 para el verano de 2021.
Y una definición clara de la no utilización aceptable de un slot. Por ejemplo, fuerza mayor como resultado de cierres de fronteras a corto plazo o medidas de cuarentena impuestas por los gobiernos.
Alexandre de Juniac, todavía director general de IATA ha manifestado: “Es vital que los reguladores adopten rápidamente las propuestas de WASB sobre una base armonizada a nivel mundial. Las aerolíneas y los aeropuertos necesitan certeza ya que están planificando la temporada de verano 2021 (que comienza en abril) y tienen que acordar los horarios. Los retrasos en la adopción de nuevas reglas dañarán aún más a la industria en un momento en que las finanzas de la industria y 4,8 millones de puestos de trabajo en el transporte aéreo penden de un hilo”.
Luis Felipe de Oliveira, director general de ACI World por su parte ha declarado: “La creación de un enfoque globalmente compatible para la cuestión crucial de las franjas horarias en los aeropuertos es una parte importante para sustentar la recuperación de la aviación. La posición unida de la industria del transporte aéreo sobre lo que se debe hacer para proteger la conectividad y la elección en el mejor interés de los pasajeros es una señal clara para los reguladores de la extrema urgencia de la situación. Es necesario actuar ahora, ya que cualquier retraso dificulta la recuperación del transporte aéreo y de la economía mundial. Necesitamos reguladores que reconozcan la crisis en la que nos encontramos y actúen con rapidez y flexibilidad”.
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