La falta de un permiso para tener las señales de no fumar encendidas permanentemente obligó a United a dejar en tierra cinco de sus nuevos aviones.
En 1988 se prohibió fumar a bordo de los aviones comerciales en Estados Unidos.
Dado que esa prohibición ya existía antes en algunos países, y a la larga básicamente ya no se puede fumar en un avión comercial (los vuelos privados son otra cuestión), las más modernas cabinas de los aviones comericales han prescindido de esa capacidad de poder apagar la señal de no fumar. En algunos casos, incluso, esa señal es un grabado o una pegatina en las unidades de servicio al pasajero (las que incluyen la luz de lectura y salidas de aire personales, botón de llamada a la tripulación, y el receptáculo de las mascarillas de oxígeno).
Pues resulta que la ley estadounidense requiere que las señales a lo largo de la cabina de pasaje que indican esta prohibición deben poder encenderse y apagarse por la tripulación, salvo que la aerolínea logre de la FAA una autorización que la exima de ello.
Algo parecido a por eso que todavía encontramos ceniceros en las puertas de los lavabos de muchos aviones fabricados años después de esas prohibiciones.
En 2020 United fue autorizada a operar con dichas señales encendidas permanentemente en los modelos que operaba; y al parecer nadie se encargó de pedir esa exención para los Airbus A321neo que ha comenzado a recibir.
El resultado, que el 12 de febrero tuvo que parar los cinco ejemplares que ya ha recibido, a la espera de la autorización que ya han pedido. La paralización en realidad duró unas pocas horas ya que la FAA autorizó a la aerolínea a operarlos mientras se estudia la solicitud
Añadir comentario