España podría convertirse en líder en producción de SAF, según el primer estudio sobre su desarrollo, realizado por PwC para Iberia y Vueling.
El SAF (Combustible Sostenible para la Aviación), se ha posicionado como la mejor alternativa a los combustibles fósiles para conseguir la descarbonización del sector aéreo. Reduce entre el 60 y el 100% las emisiones de CO2 del combustible y puede ser sintético u orgánico; producido a partir de residuos agrícolas, aceites vegetales, grasa animal, etc.
Para la descarbonización de la aviación española serían necesarias cinco millones de toneladas de SAF al año en 2050. Según el estudio realizado por PwC para Iberia y Vueling, para cubrir la demanda nacional harían falta entre 30 y 40 plantas de producción repartidas por todo el país. La creación y puesta en funcionamiento de estas plantas supondrían 56.000 millones de euros de PIB y 270.000 puestos de trabajo, beneficiándose especialmente zonas rurales, donde están las mayores fuentes de residuos que se utilizan para producir biocombustible. La industria del SAF impulsaría así la economía circular, solucionando el problema de la gestión de residuos, convirtiéndolo en una nueva oportunidad de negocio. Además, el potencial de producción es tan superior a la demanda local que prevén exportar grandes volúmenes al mercado internacional.
Teresa Parejo, directora de sostenibilidad de Iberia, explica que España tiene todo lo que necesita para convertirse en una gran potencia productora: “En primer lugar, una enorme riqueza en residuos forestales, agrícolas y ganaderos que son los que se emplean para producir el SAF biológico. Y, además, España va camino de encabezar la producción de hidrógeno verde que, entre otras cosas, se utilizará para producir SAF sintético”.
Franc Sanmartí, director de Sostenibilidad de Vueling, advierte que es necesario el incremento de producción de SAF para satisfacer la demanda de la industria, e insta a un esfuerzo colectivo de todos actores para incentivar su producción y encabezar la producción a nivel europeo. Con las actuales infraestructuras solo se conseguiría cubrir un 0,05% de la demanda global de dicho combustible.
IAG, el grupo al que pertenecen Iberia y Vueling, se ha comprometido a utilizar un 10% de SAF en 2030, prácticamente el doble de lo requerido por la regulación nacional e internacional.
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