A finales de 2020 la USAF reconoció la existencia de un nuevo avión de combate secreto desarrollado en un solo año que complementará y quizas sustituirá al F-22.
El pasado mes de septiembre la USAF reconoció oficialmente la existencia de un avión de combate secreto, el que había sido diseñado y puesto en vuelo en apenas un año y que podrá complementar al F-22 y F35. Punto final. Ningún detalle de sus características o capacidades o siquiera qué empresa se ha encargado de los trabajos.
Este avión ha sido el resultado del programa Dominio del Aire de Próxima Generación o NGAD por sus siglas en inglés.
A partir de ese momento cayó de nuevo el velo del secreto sobre el proyecto. De lo poco que ha transcendido está el que fue diseñado digitalmente, convirtiéndolo en el segundo ¿o primer? avión en la serie “e” creada el pasado año para los aviones y armamento creado por ingeniería digital. El otro avión es el Boeing T-7A Red Hawk.
Sin embargo la pasada semana se publicó el Informe Bienal de Adquisición de la Fuerza Aérea. Allí, aparece entre otros muchos programas este.
Se dice del mismo que “es un programa para un avión avanzado para penetrar defensas aéreas, con conciencia situacional múltiple, comunicaciones ágiles y resistentes y una familia de capacidades integradas”.
Según la imagen, que evidentemente no está confirmado que responda al diseño real, parece haber tres opciones de motor, tren de aterrizaje y misiles. Sin embargo, claro está, no se explica si se trata que se han evaluado esas posibilidades, o si se va a ofrecer con diferentes alternativas. Un detalle curioso es que las dos derivas verticales parecen ser plegables y que sobre las alas parece haber un espacio para ellas de tal forma que queden enrasadas con la superficie superior de estas.
Ello podría suponer que dichas superficies se usen solo en algunos momentos del vuelo, mientras que en otras el avión sería un ala volante.
La imagen también deja adivinar lo que podría ser una versión no tripulada del avión.
Hace ya más de 30 años la USAF mantuvo en secreto el Lockheed F-117 durante más de siete años. Solo en 1988, cuando la USAF publicó la primera foto real del avión, se supo que había hecho su primer vuelo en 1981 y había sido declarado operativo en 1983. El programa no obstante había comenzado más de media década antes, en 1975. Algunos accidentes en ese tiempo fueron «camuflados» con restos de otros aviones para ocultar la auténtica identidad del avión. Incluso su denominación, F-117, se hizo fuera de la secuencia normal de la USAF para sus aviones, y dentro de las que se daban a los cazas soviéticos obtenidos de ortros países para su evaluación.
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