Como ya estaba previsto, será el General Atomics MQ-9 el vehículo aéreo tripulado remotamente (RPAS por sus siglas en inglés) el que equipe al Ejército del Aire.
El ministerio de Defensa ha sido autorizado por el consejo de Ministros a adquirir un sistema Reaper compuesto por cuatro drones General Atomics MQ-9 Block 5, dos estaciones de control desplegables y los sensores y equipos de comunicación y apoyo precisos por 161 millones de euros.
De esta cifra, 50 millones serán con cargo al presupuesto de 2015 y los 111 millones restantes se distribuirán entre 2016 y 2020.
Según la Agencia de Cooperación de Defensa y Seguridad de Estados Unidos, encargada de la gestión de la venta de armamento a otros países, todavía falta la autorización final por el Congreso de Estados Unidos, requerimiento legal de ese país para estas ventas.
Los sensores y equipos para estos cuatro MQ-9 son: 20 unidades de guiado interno GPS: 3 por avión y 8 de repuesto. 5 sistemas multiespectrales de designación de blancos: 1 por avión y uno de repuesto. Y 5 radares de apertura sintética Lynx AN/APY-8: uno por avión y uno de repuesto. También se incluye la documentación técnica precisa, otros repuestos y dos años (con opción de un tercero) de garantía. La agencia ha valorado la operación en 243 millones de dólares, de los que 80 millones corresponden a la compra de los aviones, los sistemas de misión citados y las estaciones terrestres.
Según refieren desde La Moncloa, la compra de estos aviones responde a “atender la necesidad operativa de las Fuerzas Armadas de contar con una capacidad persistente de inteligencia, vigilancia y reconocimiento basada en aviones tripulados remotamente, que apoye a los niveles estratégico y operacional dentro y fuera del territorio nacional”.
Además de General Atomics, fabricante de los aviones, Raytheon y L-3 serán dos de los principales suministradores de sistemas; así como la española Sener, que actuará como enlace y dará soporte técnico.
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