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Primeros L-39NG para la Fuerza Aérea de Vietnam

Dos de los L-39NG en vuelo antes de su entrega con los emblemas vietnamitas cubiertos por checos.
Dos de los L-39NG en vuelo antes de su entrega con los emblemas vietnamitas cubiertos por checos.
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Aero ha hecho entrega a la Fuerza Aérea de Vietnam de los primeros seis entrenadores L-39NG.

La Fuerza Aérea de Vietnam ha aceptado oficialmente sus seis primeros entrenadores avanzados Aero L-39NG de un total de 12 adquiridos en 2021.

Estos aviones sustituirán a los 29 L-39C en servicio con el 910 Regimiento de Entrenamiento, de cuarenta recibidos en las décadas de 1970 y 1980 y de los que al menos cinco se han perdido en accidentes.

Vietnam se convierte así en el primer usuario de esta variante del L-39, caracterizada por la instalación en su cabina de pilotaje de HUD, mandos de vuelo tipo HOTAS (manos en gases y palanca por sus siglas en inglés) es decir, que en la palanca de control aerodinámico y en la de control de potencia del motor (un Williams FJ44-4M) se integran diversos mandos que permiten controlar funciones o disparar las armas sin tener que aparta las manos de ellas. También cuenta con pantallas de presentación multifunción; una arquitectura de aviónica abierta, que permite una integración de equipos propios del cliente más sencilla, junto a una mejor capacidad para actualizar y modernizar la aviónica; un grabador de misión para el análisis en tierra del vuelo.

Su tren de aterrizaje está preparado para la operación en pistas no  pavimentadas, y los pilotos cuentan con asientos lanzables Martin Baker Mk.CZ16H con capacidad 0/0.

Su célula, con una vida útil de 15.000 horas está preparada para maniobras de hasta 8 g positivas y 4 g negativas.

Además de su uso como entrenador, el L-39NG puede portar y lanzar diferentes tipos de armas, como misiles y bombas, en misiones de ataque ligero, para lo que dispone de cinco puntos de anclaje, dos de ellos húmedos, es decir, que pueden instalarse en ellos depósitos externos de combustible.

Desde Aero han querido destacar que la producción de cada avión necesita la unión de unas 14.000 piezas con unos 17.500 remaches y que supone 31.000 horas hombre de trabajo. Esos 14.000 componentes proceden de unos 400 suministradores, de los que aproximadamente un 65 por ciento son checos.

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