La empresa Sierra Nevada ha sido seleccionada por la USAF para suministrar los reemplazos de los Boeing E-4B de mando y control.
En los últimos años Sierra Nevada Corporation se ha hecho un hueco entre las grandes empresas de defensa estadounidenses así como en el sector espacial gracias a varios contratos para convertir aviones civiles para usos militares, además de asociarse con Embraer para vender el EMB-314 Super Tucano a la USAF para que esta los suministre a países amigos. Sierra Nevada además está desarrollando una nave espacial reutilizable bautizada Dream Chaser y trabaja con Blue Origin, la empresa espacial de Jeff Bezos, en el diseño y futura construcción de una estación espacial.
Ahora, Sierra Nevada ha logrado un nuevo hito al ganar el concurso de la USAF para sustituir los cuatro Boeing E-4B, los Boeing 747-200 usados como puestos aéreos de mando y control, y bautizados como Nightwatch, pero también conocidos extraoficialmente como aviones del juicio final, dado que su misión es dirigir a las fuerzas armadas estadounidenses en caso de un ataque.
La propuesta de Sierra Nevada, basada en el Boeing 747-8i ha sido bautizada como Centro Volante Superviviente de Operaciones (SAOC por sus siglas en inglés). Al igual que los E-4B, los nuevos aviones estarán protegidos contra pulsos electromagnéticos.
Estos cuatro aviones E-4B, de los que uno al menos está siempre en alerta, entraron en servicio en 1980.
De esta forma, la USAF ha adjudicado el contrato de sustitución valorado en 13.000 millones de dólares para el desarrollo y la producción del sistema de armas SAOC. Este incluye la ingeniería y fabricación de aviones de desarrollo y de los de producción, los sistemas terrestres precisos, y apoyo postventa y se estima que se completen todos los trabajos hacia julio de 2036. En una primera fase se ha firmado ya un primer contrato por 59 millones de dólares para los trabajos iniciales.
La USAF, en su propuesta de presupuesto para el año fiscal 2025 ha incluido 1.690 millones de dólares para I+D en este programa dentro de un total de 37.700 millones de dólares en este apartado. Hasta el año fiscal 2030 se estima que se requerirán otros 9.000 millones de dólares en investigación y desarrollo para SAOC.
Sierra Nevada se adelantó a la adjudicación ya en 2023 al construir un primer hangar para el mantenimiento completo de estos aviones, mientras que en diciembre de ese año Boeing anunció que había sido eliminada del concurso.
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