El nuevo portaviones estadounidense Gerald R. Ford certifica su cubierta de vuelos y centro de control de tráfico aéreo.
El portaviones de la Marina estadounidense Gerald R. Ford (CVN 78) continúa su camino hacia la entrada en servicio. La semana pasada por ejemplo se llevaron a cabo diversas pruebas para certificar la cubierta de vuelos, incluidas sus catapultas de lanzamiento y cables de aterrizaje; así como su centro de control aéreo. Como parte de estas pruebas también se certificó el PALS (siglas en inglés de Sistema de Precisión para Aproximación y Aterrizaje), usado para asistir a los pilotos en las tomas nocturnas o con mal tiempo y situarles en la posición correcta para iniciar la aproximación y toma.
Para ello se completaron dos días seguidos de operaciones de aéreas, con 51 despegues y tomas el primer día y 112 el segundo, 42 de ellas nocturnas. Las pruebas estuvieron a cargo del Ala Aérea Embarcada 8 (CVW 8), y más concretamente de los F/A18E/F de los cuatro escuadrones asignadas a la misma.
Una de ellas incluía el denominado Caso III de recuperación de aviones, que exige que los aviones se vayan alienando para la toma con una separación de 2 millas de tal forma que aterrice uno de ellos cada minuto. En las pruebas del CVN 78 se lograron tiempos entre tomas de 55 segundos.
En el caso del centro de control aéreo, estas pruebas han sido las últimas de un proceso en tres fases que se inició el pasado mes de octubre en el Centro de Entrenamiento Técnico Aeronaval, en la base de Pensacola (Florida).
El Ala Aérea Embarcada 8, cuyas unidades han ido cambiando con el tiempo, es famosa porque dos F-14 del Escuadrón 41 derribaron sendos Sukhoi Su-22 libios; por ser la última en hacer una misión de combate con el F-14; la primera en integrar un escuadrón de los Marines; y por ser la protagonista de las operaciones aéreas en la película El final de la cuenta atrás.
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