Los lentes desarrollados por Thales consiguieron que pudiésemos ver las imágenes de cuando Neil Armstrong pisó la Luna.
Se cumplen 50 años del ‘gran paso’. Un acontecimiento que marcó una época, aunque es posible que hoy en día, muchas personas no valoren el mérito que supuso esta aventura, pero la realidad, es que se trato de una de las misiones más arriesgadas de la historia reciente para la que se realizó un gran despliegue de medios y tecnología.
Desde la Tierra pudimos compartir este momento gracias a Thales Angénieux, filial del Grupo Thales desde 1993, fabricante de sistemas ópticos y optrónicos de alta tecnología que proporcionó las lentes que consiguieron que todos pudiéramos ver las imágenes del hombre cuando puso el pie en la Luna hace ahora medio siglo.
Desde Angénieux explican que para la ocasión «se desarrolló un objetivo de aumento especial pequeño, ligero, fácil de usar, equipado con un sensor de 25 mm y compatible con la cámara Westinghouse que se envió en los Apolo X, XI y XII. Se modificó la parte posterior del objetivo para adaptarlo a las condiciones especiales previstas durante la misión. Esto incluía un innovador proceso mecánico de lubricación, pues la lubricación normal se evaporaría y cubriría el objetivo con una fina capa de material atomizado. Además, fue necesario desarrollar un nuevo método para el tratamiento de las superficies ópticas que también protegiera el equipo de la radiación solar”.
En la actualidad, Thales Angénieux es un actor indispensable para la televisión en 3D. La empresa lleva tres años participando en el programa francés de investigación 3D Live dirigido por Orange y respaldado por el Ministerio de industria. Este programa ha contribuido a la creación de un polo de excelencia en filmación y retransmisión en directo de acontecimientos en 3D y cuenta con una financiación de 12 millones de euros, de los cuales el 40% corresponde al Estado francés.
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