El satélite Spainsat NG despegará de Toulouse hacia Cabo Cañaveral el día 9 de enero para sus últimas pruebas y su lanzamiento el día 28 a bordo de un Space X Falcon 9.
El nuevo satélite de comunicaciones gubernamentales Spainsat NG ha superado todas las pruebas iniciales y ya está listo para ser transportado de Toulouse a Cabo Cañaveral a bordo de un Antonov An-124, según nos ha confirmado Miguel Ángel García Primo, director general de Hisdesat.
El programa Spainsat NG, con sus dos satélites, tiene un presupuesto de 2.000 millones de euros desde que se inició en 2019 y hasta que finalice la vida útil de los mismos dentro de 20 años, con inversiones tanto gubernamentales como privadas para su diseño, fabricación, prueba, lanzamiento y operación.
La base de ambos satélites es la plataforma de Airbus Space Eurostar Neo, completamente eléctrica y que hace uso de motores iónicos de xenón para su propulsión. En este caso, unos 1.250 kilogramos de este gas. Spainsat NG 1 es el quinto satélite basado en esta plataforma que será lanzado al espacio.
Este sistema de motores supone que los movimientos del mismo son mucho más lentos que uno de reacción química tradicional, de ahí los cerca de cinco meses que tardará en ascender de la órbita de transferencia donde lo sitúe el lanzador, hasta su primera posición orbital geoestacionaria intermedia, y de ahí a su posición definitiva a 29 grados este.
Otro ejemplo de este sistema propulsor es que se necesitarán cinco maniobras semanales para mantener el satélite en su posición, según explicó García Primo, en lugar de una cada dos semanas del Spainsat de primera generación que lleva 20 años en órbita.
Con todo, para casos de emergencia, si es necesario “moverse” rápido, también cuenta con unos 20 kg de hidracina que ofrece una mayor aceleración y velocidad.
En Toulouse, durante estos meses, se han instalado los últimos equipos del satélite y se han llevado a cabo diferentes pruebas del mismo, acabando con la carga del xenón el pasado día 4 de enero, justo antes de comenzar su embalaje en un contenedor especial para su vuelo a Cabo Cañaveral.
Como decimos, la salida del An-124 de Antonov Airlines que lo transportará está prevista para las 9 de la mañana del 9 de enero, para llegar a última hora del día a su destino en el aeropuerto que hay en el mismo centro espacial de Cabo Cañaveral. Tras comprobar que el satélite no ha tenido daños en el transporte, unas últimas pruebas y la carga de la hidracina, el Spainsat NG será encapsulado y montado en el cohete Space X Falcon 9.
Tras una última serie de pruebas, el lanzamiento se ha previsto para las 11 de la noche hora local del 28 de enero, 5 de la mañana del día 29 en España. La ventana de lanzamiento es de dos horas, y si no se pudiese efectuar el mismo, habría nuevas ventanas, en el mismo horario, en los días sucesivos.
Según señaló García Primo, el lanzamiento será desde la posición SLC40, una de las dos usadas por Space X. Esta es la situada en la parte de Cabo Cañaveral, la base de lanzamientos que depende de la Fuerza Espacial de EE.UU. El Centro Espacial Kennedy, a escasos kilómetros, donde Space X tiene otro complejo de lanzamiento, depende de la NASA.
Miguel Ángel García Primo, al explicar la situación actual del programa ya de cara al lanzamiento, recordó que se trata del programa más ambicioso y de mayor tamaño jamás llevado a cabo por la industria espacial española “a todos los niveles, tamaño del presupuesto del programa, tamaño de los satélites del programa, tamaño de la afectación asociada al segmento tierra y al segmento vuelo y a todas otras cosas. También respecto de la innovación que lleva el satélite, la capacidad de desarrollo I+D que lleva incorporado. Y también respecto de la participación del sector espacial español”.
Son casi una veintena de empresas y universidades españolas las que participan en este programa, y para casi todas ha sido la primera vez que han realizado un trabajo de esta envergadura, y además han tenido que solventar los problemas que supuso el COVID-19, y después la guerra de Ucrania.
Esta desestabilizó toda la cadena de suministro, y, como puso de ejemplo, obligó a tener que cambiar los motores iónicos de los satélites, comprados a Rusia, por unos nuevos que tendría que desarrollar Safran en Francia. Además los plazos de entrega de materiales y componentes ya acordados se duplicaron o incluso triplicaron casi de la noche a la mañana.
Este satélite supone una participación del 45 por ciento de la industria española en el satélite y prácticamente del 100 por ciento en todo lo demás salvo el lanzamiento. Esta participación española llega hasta el punto que se han diseñado en España los chips de los diferentes sistemas. Es decir, que no se trata de unos chips “comerciales”, sino específicos para cumplir sus misiones a bordo de los Spainsat NG. Sner, junto a Hisdesat y Airbus Space han sido las encargadas de este trabajo, si bien la fabricación física de los mismos se ha hecho en Francia al no tener España esta capacidad.
Tampoco quiso dejar de destacar que las antenas activas de comunicaciones que se han diseñado, desarrollado y construido en España por lo que hoy es Airbus Space España. El desarrollo en España de este tipo de antena comenzó hace más de 40 años, y esa experiencia es la que ha permitido las que son hoy una de las antenas más modernas y capaces del mundo (a la par de algunas desarrolladas en Estados Unidos). Tan avanzadas que más de uno pensó que no podrían llegar a funcionar.
Estas antenas no solo permiten diseñar la forma de la zona que recibirá la señal, sino la potencia, frecuencia, encriptación y cualquier otro parámetro de la emisión.
Aunque el lanzamiento se ha retrasado con respecto al calendario inicial, García Primo no dudó en calificar de gran éxito todo el programa dada la complejidad del satélite y sus equipos, y los problemas surgidos durante su desarrollo.
Además de contra cualquier tipo de interferencia, las antenas están protegidas contra pulsos electromagnéticos generados por una explosión nuclear en la parte alta de la atmósfera. Con respecto a las interferencias, explicó que: “Somos capaces de geolocalizar cualquier interferencia que venga de cualquier sitio de la tierra y somos capaces de defendernos”. Esto es parte de los requisitos de seguridad de la OTAN, y que se cumplen con estos satélites, lo que permitirá a España convertirse en el quinto país (tras Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Italia) capacitado para dar el servicio de comunicaciones seguras por satélite a dicha organización.
Sobre Spainsat NG 2, nos confirmó que el mismo día que el primero vuele hacia Cabo Cañaveral, está previsto que se inicien en este las pruebas de vacío térmico. Su lanzamiento, también mediante un Falcon 9, será en septiembre u octubre de 2025.
Tras el “desastre” del satélite Ingenio, perdido por un fallo en el cohete lanzador Vega, y que no estaba asegurado, preguntamos a García Primo por este punto, y nos confirmó que dicho aseguramiento se acababa de firmar. “El mercado de seguros espaciales está terroríficamente mal. ¿Y por qué? Pues porque ha tenido un par de años que han sido horrorosos. Ha habido dos o tres fallos muy, muy importantes que se han juntado en el mismo momento y ha hecho que las aseguradoras espaciales estén perdiendo cifras milmillonarias, y por tanto que determinados actores se hayan salido del mercado; con lo cual el mercado está con poca capacidad y los precios han subido. Pero lo hemos conseguido”.
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