Jaume Sanpera, consejero delegado y fundador de Sateliot, nos cuenta cómo nació y cómo se está desarrollando la empresa y sus perspectivas de futuro.
Jaume Sanpera, fundador de Sateliot es ingeniero de telecomunicaciones, y con un largo historial como emprendedor, con otras nueve empresas fundadas antes de crear, junto a Marco Guadalupi, socio en algunas de esas empresas, Sateliot, empresa encuadrada dentro de lo que se denomina New Space, y que trabaja para crear una constelación de satélites para dar servicio del internet de las cosas (IOT por sus siglas en inglés).
Fundó Sateliot en diciembre de 2018, “para facilitar la conectividad masiva del internet de las cosas fuera de las zonas de cobertura de los operadores móviles”, nos explica.

Según un estudio que hizo, “en las zonas de cobertura de los operadores móviles había 5.000 millones de cosas conectadas, y en las zonas sin cobertura había 4 millones. O sea casi nada. Enseguida nos dijimos, aquí hay algún problema. Investigamos y vimos que la principal dificultad era el equipo de conectividad. Los equipos de conectividad de internet de la cosas para satélite son equipos de banda ancha de satélite pero capados, solo para IOT. Eso hace que sean carísimos. El resultado es que la gente solo conectaba para temas extremadamente críticos. Lo que hicimos es ver cómo podíamos hacer que este equipo tuviera el coste de los equipos en las zonas de cobertura de los operadores móviles.
Estuvimos investigando protocolos propietarios, etcétera, y al final lo que vimos es que lo que teníamos que hacer era modificar el satélite. Hacer un satélite capaz de conectarse con equipos estándares, y ahí empezó el camino hacia la conectividad de equipos estándares 5G y OT.
La hipótesis de nuestra ‘Biblia’ era que no podíamos modificar el equipo de tierra. O sea, el mismo equipo que se conectaba a un semáforo en medio de la ciudad, debería conectarse en medio del océano directamente a un satélite. Teníamos que hacerlo todo arriba y nada abajo. Para ello tuvimos que pasar por la modificación del estándar del software. En la versión 17 conseguimos que incluyeran un par de modificaciones para la compensación de Doppler, tiempos de espera, etcétera, que permitía que se conectase directamente. Eso fue en 2022.
Antes, en 2021 ya habíamos lanzado el primer satélite. En 2023 lanzamos el segundo y en 2024, ya con la nueva versión del estándar cerrada, ya con la tecnología desarrollada, lanzamos la primera constelación comercial del mundo 5G IOT”.
Su modelo de negocio, según nos continuó explicando en nuestra conversación, comenzó como uno de mayorista. Sateliot firmaba con operadores móviles telefónicos, ya 56 de ellos, y sin exclusividad en cada país. Son ellos quienes ofrecen el servicio a sus clientes “quien le dice a sus clientes, oye a partir de mañana no te preocupes si estás en zona de cobertura o no cobertura, tienes cobertura en todas partes”.

Hoy cuentan con la única constelación en órbita baja, la cual, de momento, se compone de cuatro satélites en un mismo plano orbital polar. Esto permite cuatro conexiones al día en cualquier punto del mundo.
Sanpera reconoce que de momento ofrecen un servicio limitado: “Nos permite atender ciertos casos de uso que no necesitan tiempo real. Si el cliente tiene un paquete logístico que tenga que controlar cada hora, pues de momento yo no puedo dar servicio, pero si tiene un contador inteligente que manda un mensaje al día, por ejemplo un oleoducto, que requiere dos mensajes de su estado al día, o un sensor de agricultura, pues eso sí que lo puedo hacer”.
El precio del servicio es el mismo del de roaming que ofrecen los operadores telefónicos “para ellos somos un país mas” Nos explica Sanpera. Poco a poco irán lanzando nuevos satélites para obtener una cobertura mundial 24 horas al día.
Han anunciado una constelación de 100 satélites en órbita. Sanpera, cuando le preguntamos sobre el calendario de lanzamientos, nos contesta que: “En 2026 lanzaremos 6 satélites más, en 2027 otros 16. A partir de ahí no puedo dar previsiones, porque es un tema del que no damos detalles; pero a corto plazo lo que vamos a tener es un mensaje por hora en todo el mundo. Desde el punto de vista del servicio para IOT es suficiente para el 80 o 90 por ciento de los casos de uso”.
Según nos explicó: “El estándar del internet de las cosas, lo que te está dando es mensajes de 256 bytes, donde te dice cuál es el estado de la conectividad, si la conexión está activa, está pasiva… O sea, pocos datos pero muy precisos. Por ejemplo los contenedores refrigerados son uno de los grandes casos de uso. Hay millones de contenedores refrigerados en todo el mundo que viajan en barco y en camiones por zonas remotas. El IOT te permite saber en todo momento la temperatura, la humedad, si las puertas están abiertas o cerradas y dónde está el contenedor”.
El cliente se conecta directamente al satélite como lo haría con cualquier operador. “nosotros no sabemos con qué se conecta, sólo de quien es cliente. Así cogemos el mensaje y se lo traspasamos al operador, y este al cliente”.
Sin embargo, nos reconoce que estos operadores telefónicos “funcionan muy bien pero les cuesta arrancar”. Así que comenzaron a firmar contratos con clientes finales. “Y ahí fue cuando el éxito de la empresa nos sorprendió a nosotros mismos. Conseguimos firmar en un año y medio, para conectar diez millones de cosas, dos veces y medio el mercado que había hasta entonces. Había una necesidad enorme. Yo te diría que en nuestro departamento comercial son unos fuera de serie, pero es que además el 50 por ciento de esos pedidos son ‘inbounds’, son gente que nos escribe. ‘Oye mira, yo tengo un cliente que necesita lo mismo que he instalado en España en el norte de Marruecos’; o que nos ha visto en alguna de los salones donde hemos estado, o nos ha encontrado por internet”.
Y nos recuerda que, aunque hay otros proveedores que dan este tipo de servicio, su éxito se basa en su precio: “Tenemos un producto que es económico porque el precio de conectividad es exactamente el mismo que el de internet. Simplemente hay que hacer una actualización de firmware del dispositivo terrestre”. Según difundió en marzo Sateliot, ya se han “asegurado 270 millones de euros en contratos con más de 400 clientes de 50 países”; y aspiran a generar 1.000 millones de euros de ingresos para 2030.
Llegados a este punto, nos interesamos por el personal de Sateliot. Sanpera nos contesta que cuentan con 80 empleados, la mayoría en la sede de Barcelona, si bien cuentan con una oficina comercial en San Diego (EE.UU.).
De esos 80 trabajadores, nos detalla, casi todos son ingenieros. De ellos un tercio son españoles que vivían en España. Otro tercio son españoles que han vuelto. Gente que se fue “porque en ese momento no había proyectos que les motivasen suficientemente y hemos conseguido que volviesen a desarrollar Sateliot”. El otro tercio son de 15 nacionalidades diferentes.

El siguiente tema que tratamos fue cómo fue diseñar su propio satélite para el servicio. “Yo soy ingeniero de telecomunicaciones, Marco Guadalupi, nuestro director tecnológico. Somos gente que conocíamos muy bien el sector del 5G. Nosotros compramos la licencia 5G que estrenamos en España, y que después se vendió a Masmovil. Pero al mismo tiempo también teníamos mucho conocimiento de satélites. En nuestra anterior empresa comprábamos capacidad de HS1 de uno de los satélites de Hispasat, también a Eutelsat. Éramos principalmente distribuidores inicialmente, y después configuradores de nuestra propia plataforma y de nuestros propios hubs satelitales de Europa para internet de banda ancha. Teníamos una experiencia en ambos casos bastante extensa.
“Gente que viene de todas partes del mundo, súper especialistas. Cuando buscas un especialista en Core, 5G e IOT puedes contar con los dedos de la mano en todo el mundo”.
Como hemos señalado, Sateliot se inscribe dentro del denominado New Space, con unos satélites pequeños, de 15 kg, de un metro con los paneles solares abiertos, y una vida útil de cinco años. No grandes satélites que además son mucho más caros de operar.
Poco antes de nuestra conversación con Jaume Sanpera se anunció la participación de Sateliot en el programa Impact Challenge de UNICEF.
Sobre esto, nos explicó que: “Cuando vamos a un país creemos que estamos contribuyendo al desarrollo del mismo. La digitalización es directamente proporcional a la conectividad y al desarrollo. Por lo tanto, sin conectividad no hay digitalización y sin digitalización no hay desarrollo. En este programa estamos una serie de compañías que tenemos el sello para poder dar formación en entornos rurales para el uso de nuestras tecnologías. Lo que estamos haciendo en Brasil y en Chile es que estamos formando profesores en tecnologías STEM para que puedan formar a sus alumnos en cómo pueden emprender con las tecnologías que nosotros les ponemos a su disposición.
Creemos que emprender es la forma de desarrollar más rápida esas zonas y por lo tanto ese know-how de cómo emprender, juntamente con la tecnología que ponemos en sus manos, puede cambiar la vida de alguna de esas personas”.
Nos confirmó que ellos eligieron estos dos países, pero que esperan ampliar sus trabajos en más países. El motivo para comenzar en Latinoamérica, y más concretamente en esos dos países, según Sanpera, es que trabajan con países desarrollados pero con poca cobertura móvil. “Esta combinación hace que sean países donde el impacto de lo que estamos haciendo es mucho mayor”.
Jaume Sanpera también nos explica, para finalizar, que la tecnología de Sateliot es de uso dual; que se puede utilizar tanto en el ámbito civil como en el ámbito de defensa y seguridad. El IOT por satélite es un perfecto sistema de reserva para el caso de un fallo de las comunicaciones terrestres que afecte a cualquier infraestructura crítica.

Y esto se refleja en el hecho de que Indra es uno de los accionistas de la compañía, y que ahora ha entrado el fondo Hiperion, en el que se encuentra, entre otros, el ex presidente del PP Pablo Casado.
“En defensa —nos continúa explicando Sanpera—, cualquier despliegue, sea por razones humanitarias o sea por defensa, es importante por toda la logística de los activos desplegados. Una logística que incluye comida, neveras, medicinas o las botas, las municiones, y hasta el soldado conectado que se mueve en un campo, y del que desde el cuartel general necesitan saber cuál es su estado, cómo se encuentra, dónde está, si tiene un camión, un médico, un equipo radio cerca, o sea todo esto. Es lo que se llama ‘Internet of Battlefield Things’, que es el internet del campo de batalla, que pues obviamente requiere tiempo real, pero que es muy importante y más en estos momentos en los que la soberanía europea es existencial. Así como pues hace unos meses era necesaria, era bienvenida, ahora pues con el giro geopolítico de Estados Unidos pues es imprescindible que tengamos esa independencia y eso es una gran idea. No podemos depender de ellos”.
Hiperion ha entrado en una emisión de acciones serie B por un importe total de 70 millones de euros, de los que este fondo ha aportado 10 millones. Junto a Hiperion también ha entrado el Estados español, que ya tiene un 20 por ciento de la empresa, sin contar su participación indirecta vía Indra. “Lo que da la imagen o refleja la importancia estratégica de Sateliot para nuestro país”, afirma Sanpera. La Sociedad Española de Transformación Tecnológica (SETT) ha invertido 13,8 millones de euros; y también SEPIDES ha invertido.
Otros 30 millones, en este caso en forma de un préstamo, provienen del Banco Europeo de Inversiones, “que también refleja la importancia estratégica que tiene para Europa tener esa soberanía tecnológica”.
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