El grupo participará en el diseño y la fabricación de un conjunto de equipos mecánicos de soporte de tierra para el satélite Electra.
El grupo de ingeniería y tecnología Sener ha ganado un contrato para el diseño y la producción de equipos mecánicos de soporte en tierra para el satélite Electra. Este proyecto cuenta con el apoyo de la Agencia Espacial Europea (ESA) y forma parte de la asociación público-privada para el desarrollo, el lanzamiento y la validación en órbita de un satélite de telecomunicaciones de propulsión totalmente eléctrica en el rango de masa de lanzamiento de tres toneladas, cuyo primer lanzamiento está programado para 2023.
El contrato adjudicado a SENER incluye el diseño y la fabricación de un conjunto de equipos mecánicos de soporte en tierra (MGSE, por sus siglas en inglés). Los equipos MGSE se utilizan, entre otras aplicaciones, para el movimiento preciso del satélite en varias direcciones con el fin de facilitar tanto el acceso de los técnicos como su transporte a cámaras de prueba o a un cohete de lanzamiento. La fabricación de MGSE y el montaje de los satélites representan importantes desafíos de la ingeniería, ya que casi todos los satélites son únicos. Estas construcciones pesan desde varios cientos de kilogramos hasta varias toneladas y están formadas por miles de piezas y kilómetros de cables.
Según informan desde el grupo, el dispositivo que se diseñará para proyecto Electra proporcionará, entre otros, un soporte seguro y ergonómico a los paneles de vuelo para la integración de los equipos. Gracias a la posibilidad de ajustar la configuración, se pueden utilizar los equipos MGSE con paneles de varios tamaños y masas. Además, el grupo proporcionará otros dispositivos, como un soporte vertical para sujetar la estructura central del satélite durante la integración de los paneles equipados y los módulos de carga útil.
Electra supondrá una reducción de costes de lanzamiento gracias a la propulsión eléctrica
El objetivo de Electra es desarrollar una nueva categoría de satélites de telecomunicaciones. Gracias al uso de la propulsión eléctrica, se reducirá considerablemente su masa y, en consecuencia, el coste de lanzamiento en órbita, en comparación con los satélites de propulsión química.
La propulsión eléctrica es una solución en crecimiento en la industria espacial, ya que se ha demostrado que la masa de la propulsión eléctrica es hasta un 90 % inferior que la propulsión química tradicional. Esto se traduce en una reducción de casi la mitad de la masa del satélite. Si tenemos en cuenta el elevado coste de poner un kilogramo en órbita, una reducción de peso tan grande permite una reducción radical de los costes de las misiones espaciales y un aumento de su disponibilidad para entidades que anteriormente no podían permitírselo.
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