La empresa alemana Premium Aerotec ha entregado ya a Airbus la primera sección del fuselaje del A321XLR.
El depósito de combustible central trasero es la primera pieza del nuevo Airbus A321XLR que Premium Aerotec ha enviado a Airbus en Hamburgo para su unión al resto de las secciones 15 y 17 que forman el fuselaje central y trasero del mismo. Se trata de uno de los cambios en el diseño del A321 para alargar su alcance hasta los 8.700 kilómetros. Este puede albergar hasta 12.900 litros de combustible y se ubica justo detrás del pozo del tren de aterrizaje principal y ocupa toda la sección inferior del fuselaje.
La pieza entregada además supone un cambio en la forma en que se fabrica esta zona ya que además Premium Aerotec la debe entregar con sus tuberías, cables, válvulas y bombas ya instaladas para luego facilitar la integración con el resto de los componentes del avión.
Con este nuevo depósito, no obstante, Airbus se ha encontrado con un problema de certificación a la hora de garantizar la seguridad ante un incendio.
El origen viene por el hecho de que el combustible, al enfriarse en vuelo como consecuencia de las bajas temperaturas externas, puede enfriar a su vez el suelo de la cabina de pasajeros sobre el mismo. Esto puede causar sensación de frío a los pasajeros. La solución suele consistir en la colocación de mantas aislantes como las que se emplean en los laterales de la cabina entre el fuselaje y los paneles interiores.
Pero según discutió Airbus con EASA, el diseño no deja espacio para unas mantas que además cumplan con los requisitos de resistencia al fuego, y además dejar libres los paneles de descompresión en la parte inferior del fuselaje. Esto llevó a que EASA determinase que la seguridad ante un fuego, interno o externo en la zona del depósito debía solucionarse mediante el diseño del propio depósito o el uso de otros sistemas adecuados. Esto, además llevó a que Boeing, durante la fase de consultas del diseño, señalase que había peligro de que el depósito explotase en caso de un incendio exterior o en caso de que la estructura del mismo se viese dañada en una toma sin tren o una salida de pista.
EASA, que tomó nota explicó que se trabajaba con Airbus para garantizar la seguridad del diseño y que este cumpliese con las normas de protección contra el fuego.
El A321XLR, para poder lograr la autonomía prevista, cuenta con este combustible extra, unido al menor consumo de sus motores. Sin embargo, ello ha llevado a que Airbus haya tenido que aumentar el peso máximo al despegue hasta las 101 Tm, lo que ha necesitado que algunas zonas del avión se hayan tenido que reforzar estructuralmente, como por ejemplo el tren de aterrizaje y sus anclajes y algunas zonas del fuselaje.
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