Alemania, España y Francia unían en el año 2000 sus principales empresas aeronáuticas, espaciales y de defensa en una única. Uno de los motivos fue competir con los gigantes de EE.UU.
“Constituida el 10 de julio del año 2000 mediante la fusión de las empresas Aerospatiale Matra, DaimlerChrysler Aerospace (DASA) y Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA), European Aeronautic Defence and Space Company, EADS NV, es la empresa de industria aeronáutica, de la defensa y del espacio número uno de Europa y una de las tres mayores empresas del mundo en su sector”. Así rezaba el primer informe anual del flamante “buque insignia” europeo, predecesor del actual Airbus.
Su sede social se registró en Leiden, (Holanda) fuera de los tres países que la constituían. Las siglas NV en su nombre corresponde a la sigla de sociedad anónima en holandés.
La compañía mostraba en aquellos momentos unas cifras envidiables. Una cifra de negocios (la suma de las de las tres empresas que la crearon) de 24.206 millones de euros, una cartera de pedidos de 131.874 millones de euros, y contaba con 88.879 empleados. El año 2024 lo cerró con una cifra de negocios de 69.230 millones de euros; una cartera de pedidos de 628.917 millones de euros, y 156,921 empleados. Desde el comienzo el peso de Airbus, la parte de aviones comerciales, fue aplastante, representando un 59 por ciento de su cifra de negocios y un 78 por ciento de la cartera de pedidos.
Aunque EADS era el producto de la fusión de tres compañías, realmente era la expresión de una voluntad política de las tres naciones, con el objetivo de constituir un “campeón” europeo que pudiese competir en igualdad de condiciones con los gigantes estadounidenses.
El 2 de diciembre de 1999 se firmó en Madrid el acuerdo de entrada de CASA en EADS, con la presencia de los jefes de Gobierno de España, José María Aznar, Alemania, Gerhard Schröder, y Francia, Lionel Jospin. El acuerdo fue suscrito por los presidentes de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Pedro Ferreras, de DaimlerChrysler, Juergen Schremp, y del grupo francés Lagardere, propietario de Aerospatiale Matra, Jean Luc Lagardere, además del representante del estado francés, Philippe Pontes, los principales accionistas de CASA, DASA y Aerospatiale Matra.
La creación de EADS estuvo antecedida por un acuerdo de intenciones sobre la fusión de DASA y Aerospatiale Matra y otro similar sobre la alianza de DASA y CASA, suscrito a comienzos de 1999.
Los co-presidentes de la compañía en esta etapa fueron Manfred Bischoff y Jean Luc Lagardere, y durante el primer medio año de existencia se lanzó el programa A380, se le dio el impulso final al A400M, este último con el acuerdo de ensamblarse en una nueva factoría que construiría en Sevilla, y se firmaron importantes contratos sobre NH-90.
Además, se establecieron diversos cauces de cooperación y formas de asociación: Con la italiana Finmeccanica (hoy Leonado) en el sector de la aviación militar y los misiles; con la británica BAE Systems para crear la sociedad integrada Airbus; con la estadounidense Northrop Grumman en el ámbito del mantenimiento; y también con la industria rusa.
En 2006, EADS adquirió el 20 por ciento en posesión de BAE Systems en Airbus. EADS pasó a denominarse Airbus Group en 2014 y Airbus Group SE (sociedad europea) en 2015. Debido al predominio de la división Airbus SAS (sociedad por acciones simplificada) dentro de Airbus Group SE, los comités ejecutivos de la matriz y las filiales se unificaron en enero de 2017, pero las empresas se mantuvieron como entidades jurídicas independientes. El holding adoptó su nombre actual Airbus SE en abril de 2017.
EADS ha sido un éxito. La unión de la industria europea se produjo en un momento de crecimiento, y a pesar de los vaivenes del mercado su heredera, Airbus, se ha convertido en el mayor fabricante de aviones comerciales en el mundo. El desequilibrio entre contratación militar y civil sigue. Comenzó con un 20/80, y ha variado muy poco en 25 años. Esperemos que las nuevas políticas europeas más centradas en defensa y espacio equilibren un poco la balanza.
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