El Centro Tecnológico AIMEN ha fabricado el primer tanque criogénico para almacenar hidrógeno líquido mediante fabricación aditiva.
AIMEN, y dentro del proyecto europeo Overleaf (liderado por Aciturri), que busca soluciones más ligeras y sostenibles para la aviación del mañana, ha producido mediante fabricación aditiva (impresión 3D) un tanque criogénico para almacenar hidrógeno líquido a menos de 250 grados centígrados bajo cero.
Dicho depósito está compuesto por dos partes que forman un doble sistema: Un depósito interior de material termoplástico, encargado de mantener el hidrógeno líquido a temperaturas extremas, del que se ha encargado AIMEN; y una estructura exterior de fibra de carbono que aporta resistencia y seguridad estructural; según han explicado desde AIMEN.
Este tanque mide 1,5 metros de diámetro y su producción se ha llevado a cabo “en una celda robotizada desarrollada por AIMEN, equipada con sistemas de impresión 3D de altas prestaciones y sistemas de calentamiento por infrarrojos para asegurar la correcta adhesión entre capas. El proceso ha requerido más de 100 horas ininterrumpidas de impresión y ha sido monitorizado en tiempo real mediante cámaras térmicas. AIMEN ha trabajado con el centro francés Canoe en el desarrollo de un nuevo material sostenible, basado en un termoplástico de origen biológico reforzado con fibras naturales, que permite imprimir estructuras resistentes, ligeras y respetuosas con el medio ambiente”; han señalado igualmente desde el centro tecnológico.
Pablo Romero, director de equipo del grupo de I+D de fabricación aditiva de materiales compuestos y coordinador del proyecto Overleaf en AIMEN, ha declarado: “Estamos ante una solución tecnológica que marcará un antes y un después en la fabricación de componentes para la aviación sostenible. Hemos aplicado todo nuestro conocimiento en robótica, fabricación aditiva y diseño de procesos para afrontar un reto de máxima exigencia técnica”.
Añadir comentario